domingo, 7 de diciembre de 2014

TRECE EXORCISMOS, MUCHO ASCO Y AÚN MÁS HORROR

Antonio Aramayona

Leo con asco y con horror que el arzobispado de Burgos no ha tenido otro remedio que admitir que una menor (actualmente tiene 18 años) fue sometida a exorcismo (al parecer, trece sesiones) a manos de un “exorcista legítimamente nombrado" por su obispo. ¿El motivo? Aquella muchacha era anoréxica (dejó de comer, según ella, “por hacer penitencia”), padecía de ansiedad, se intentó suicidar y sus papás (pertenecientes a la secta católica “Milicia de Santa María, fundada hacia finales de los 50 por el jesuita Tomás Morales, actualmente en trámites de canonización) interpretaron que era un caso de “posesión diabólica” y fueron persuadidos por el párroco de una iglesia burgalesa para someter a su hija a sesiones de exorcismo.
(Llama la atención cómo el arzobispado de Burgos intenta sutilmente en una nota hacer responsables a los padres de la muchacha del diagnóstico, así como de la decisión de empezar y acabar el exorcismo. ¡Sepulcros blanqueados!)
El arzobispado de Burgos afirma en la nota que el exorcismo es a) una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia b) un derecho de todos los fieles, c) el exorcista estaba "legítimamente nombrado" por su obispo y d)  el obispo es quien valora la oportunidad de realizar el exorcismo.
La ignorancia de esa gente, su afán por dominar y manipular las mentes, conducen a presentar la anorexia no como un trastorno psicogénico de la alimentación, sino como un caso de posesión satánica. Basta asimismo con tener unos conocimientos básicos de la ansiedad para intentar ayudar a quien padece algunos trastornos derivados de la misma en lugar de sepultarla en un pozo de supersticiones cada vez más hondo.

He tenido el mal gusto de visitar el sitio web oficial de la Milicia de Santa María. He redoblado mi mal gusto visitando el sitio web oficial del “Padre Tomás Morales S.J.”.  (¡Qué manía tienen algunos clérigos con fundar todo tipo de congregaciones, asociaciones y milicias!). Tras ello, se explica mejor el horror padecido por aquella muchacha y el asco que, mientras escribo, aún permanece en mi estómago.

DdA, XI/2864

1 comentario:

Folía dijo...

Me indigna que se sigan respetando supercherías de esta índole cuando causan daño y me indigna más aún que estos hechos no sean perseguidos por la ley, así como quienes los permiten los aconsejan y los llevan a cabo. No solo son sepulcros blanqueados, son una peligrosa banda de malhechores y mangantes.

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