viernes, 5 de diciembre de 2014

PÉREZ REVERTE CAPA "EL QUIJOTE" Y HACE NEGOCIO

                          Ilustración del genial RepIlustración del genial Rep

María Jesús Casals 

Érase una vez un escritor que vendió muchas novelas. Se enriqueció y le nombraron académico de la lengua (española). Desde su tribuna y altura escribía de todo y de todo opinaba, siempre indignado, y a muchos insultaba porque no eran inteligentes. Imbécil y gilipollas fueron sus palabras de re-presentación porque era tan culto como sincero y cercano. Y un día se enfadó mucho, más todavía, porque los niños y jóvenes no leían El Quijote en las aulas. Pero él quiso salvarlos y, a los pocos días, presentó su propio Quijote para jovencitos y gente inculta, una versión popular, que publicó la Real Academia. Y lo presentó en la Feria del Libro de Guadalajara, en México. Fue muy divertido, dijo el escritor. Y lo pasó muy bien el ilustre indignado eliminando las digresiones de Cervantes en el "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha". También cambió «todas aquellas palabras demasiado antiguas por otras también antiguas y tomadas de Cervantes pero cuyo sentido era más fácil de comprender por un lector moderno», declaró con gran sencillez y claridad. Cuánta grandeza, cuánto mérito y humildad. Salvó a la patria de su lengua el insigne escritor.

DdA, XI/2862

1 comentario:

Francisco José de la Peña dijo...

Los méritos de una obra artística están en toda ella, quien los adapte, sea musical o literariamente, hace otra cosa que no puede llegar el nombre de la obra adapatada ni del autor que la ha hecho.Eso es ser un parásito.

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