Lazarillo
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo cerró ayer
la causa penal por el accidente del Yak-42, que tuvo lugar el 26 de mayo del
2003 y en el que fallecieron en Trebisonda (Turquía) los 62 militares españoles que
se dirigían a Zaragoza, de vuelta de Afganistán. Europa ha refrendado la
decisión de los tribunales españoles de no abrir juicio oral contra los
responsables de las presuntas irregularidades en la contratación del
vuelo. Los familiares de las víctimas tienen muy mal recuerdo de la gestión que del caso hizo el entonces ministro de Defensa Federico Trillo Figueroa, actual embajador de España en Londres, al que hoy el diario La Marea saca los colores -si esto fuera posible- a través de la información suscrita por Hugo Viciano Asensio, que demuestra la precaria talla intelectual y ética del aludido, por si los familiares de la víctimas del accidente aéreo no lo supieran ya:
"El dramaturgo Ignacio Amestoy publicaba recientemente un artículo con
ocasión de la abdicación de Juan Carlos de Borbón en las páginas del
diario El Mundo. Bajo el título “La tragedia de un rey y sus hijas”. Allí, refiriéndose a la tragedia de El Rey Lear, escribía: “Federico Trillo Figueroa, embajador del Reino de España en Londres y autor del ensayo El poder político de los dramas de Shakespeare,
dice que en ese momento trascendental en su vida el rey, al sufrir una
“crisis de soberanía producto de su desilusión política”, se confiesa a
los suyos: “Es mi propósito firme librarme en mi vejez de toda carga y
toda obligación, y confiarlas a más jóvenes brazos, mientras yo,
aliviado, me deslizo hacia mi fin, despojándome de mi poder, mis
posesiones y de las cargas del Estado”. Trillo-Figueroa apunta sobre la
actitud del rey en esos momentos: “Muestra su descontento por la
organización política y está decidido a crear una nueva”. Las citas
están dadas correctamente por Amestoy pero las palabras que allí se recogen no son de Trillo-Figueroa, sino de Duncan Salkeld, un profesor universitario especialista en Shakespeare y autor de Madness and Drama in the Age of Shakespeare.
Amestoy no puede conocer fácilmente esto. Los fragmentos que él
recoge son textuales y hace un uso correcto de las comillas. Federico
Trillo-Figueroa, por el contrario, no hace un uso correcto de las
comillas a lo largo de su obra El poder político en los dramas de Shakespeare. El corta y pega del embajador en el Reino Unido puede detectarse en al menos 30 páginas
del libro que publicó la editorial Espasa. Las fuentes de donde se
toman estas citas textuales no reconocidas aparecen, eso sí, en el
aparato bibliográfico -bastante extenso- de la obra, que le sirvió para
obtener el título de Doctor en Derecho por la Universidad Complutense
cuando ya era presidente del Congreso de los Diputados.
Los “préstamos” son más importantes en algunas páginas que en otras,
sobre todo hacia el final de lo que es una tesis doctoral muy extensa,
en unos capítulos que tratan sobre la psicopatología del poder en
Shakespeare. Allí, por ejemplo, las páginas 315 y 316 de la obra firmada
por Federico Trillo están tomadas, casi en su totalidad, de fragmentos
textuales, traducidos y no reconocidos como tales, de la tesis doctoral
de la investigadora francesa Martine Bigeard. En un capítulo acerca de
lo sobrenatural en Shakespeare, aun mencionándose en algún momento la
fuente, Trillo-Figueroa fusila párrafos enteros sin comillas ni atribución de carácter textual a partir de Witches and Jesuits: Shakespeare’s Macbeth, de Garry Wills. Las páginas 105-107 toman abundantes citas textuales no reconocidas de la obra de Samuel Schoenbaum, Shakespeare’s lives, obra que no obstante también aparece en la bibliografía.
Por momentos, los generosos préstamos de otros autores pueden tener
una lectura cómica, un efecto sin duda no buscado por el Dr.
Trillo-Figueroa. Como cuando no reconoce citas que son de autores que, suponemos, estarán en las antípodas ideológicas
de lo que él profesa. Así, por ejemplo, Trillo-Figueroa pasa por sus
propias palabras lo que en realidad es una cita textual no reconocida
del conocido marxista Terry Eagleton.
Trillo-Figueroa: “Las brujas, exiliadas de este
orden violento, viven en hermandad en sus sombrías fronteras y rechazan
todo trato con las discusiones tribales y los honores militares de tal
orden. Son el subconsciente de la obra, que debe ser exiliado y
reprimido por su carácter peligroso, pero que siempre puede volver con
una venganza.”
Terry Eagleton: “The witches are exiles from
that violent order, inhabiting their own sisterly community on its
shadowy borderlands, refusing all truck with its tribal bickerings and
military honours. […] figure as the ‘unconscious’ of the drama, that
which must be exiled and repressed as dangerous but which is always
likely to return with a vengeance. In this sense the witches figure as
the ‘unconscious’ of the drama, that which must be exiled and repressed
as dangerous but which is always likely to return with a vengeance.”
En otra ocasión, tampoco le concede las comillas, que deberían
señalar la cita textual, al filósofo gay y sabido izquierdista, Michel
Foucault:
Trillo Figueroa: “También al mundo moral
pertenecería […] , la locura del justo castigo, que es la que castiga,
por medio de trastornos del espíritu, los trastornos del corazón. La
justicia de esta locura tiene la característica de ser verídica, puesto
que ya el culpable experimenta, en el vano torbellino de sus fantasmas,
lo que será en la eternidad el dolor de su castigo, porque el crimen
escondido a los ojos de todos se hace patente en la noche de este
extraño castigo. La locura, con sus palabras insensatas, con sus gritos,
habla en vez de la conciencia; de ahí el delirio de Lady Macbeth…”
Michel Foucault: Historia de la Locura, en traducción de Juan José Utrilla: “También
al mundo moral pertenece la locura del justo castigo. Es ella quien
castiga, por medio de trastornos del espíritu, los trastornos del
corazón; […] La justicia de esta locura tiene la característica de ser
verídica. Verídica, puesto que ya el culpable experimenta, en el vano
torbellino de sus fantasmas, lo que será en la eternidad el dolor de su
castigo […] porque el crimen escondido a los ojos de todos se hace
patente en la noche de este extraño castigo; la locura, con sus palabras
insensatas, […] sus gritos hablan en vez de su conciencia. Así, el
delirio de Lady Macbeth…”
Otras veces, al no poner comillas en lo que es una cita textual, parecería incluso que Trillo-Figueroa da por válidas viejas teorías de la criminología decimonónica como las de Enrico Ferri:
Trillo-Figueroa: “Por muy lúcida y pensante que
se nos presente su locura, no deja de ser menos real. Los crímenes de
los locos, ¿suelen tener un móvil confesable y lógico? De hecho, el
asesinato gratuito y absurdo de Polonio, por su rareza y su inutilidad,
sería suficiente para probar la impulsividad irracional de Hamlet, ya
que el viejo, desde su escondite detrás del tapiz, no habría podido
averiguar ningún secreto comprometedor.”
Enrico Ferri: “Quoiqu’elle soit lucide et
raisonnante, la folie, chez Hamlet, n’en est pas moins réelle […] les
crimes des fous ont souvent un mobile avouable et logique . Et
d’ailleurs l’assassinat gratuit et absurde de Polonius, par son
étrangeté et son inutilité suffirait à prouver l’impulsivité irraisonnée
d’Hamlet, puisque le vieillard, de sa cachette derrière une tapisserie,
n’avait pu surprendre aucun secret compromettant.”
La tesis doctoral recibió la calificación de sobresaliente cum laude.
Años más tarde, uno de los miembros del jurado se vería envuelto en
sonadas controversias por la justificación de las facturas de unas
millonarias subvenciones públicas a la Fundación Shakespeare de
Valencia. Julieta de Micheo, una de las pocas personas que aparecen de
forma expresa en los agradecimientos en la introducción de la tesis, y a
la que precisamente se le agradece su habilidad para traducir del
inglés al español, es ahora diputada por el PP de Alicante. Pese a que,
inicialmente, el ministro de exteriores García-Margallo juró el cargo
prometiendo que reservaría las direcciones de embajada a miembros del
cuerpo diplomático, Federico Trillo es, hoy, el embajador de España en el Reino-Unido.
La Marea
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