Ana Cuevas
Rafael Hernando se
estrena como portavoz del gobierno pero acumula una dilatada experiencia
como vocero del franquismo más rancio y casposo. Rafael usa la lengua
con la destreza de un latiguero del Mississippi. Una lengua que obedece a
un cerebro inclinado a embestir contra la decencia, la razón y el buen
juicio. Dentro del partido le conocen como El Halcón o El doberman.
¡Qué
manía de ofender a los animales! Excepto los humanos, los loros y algún
periquito con estudios avanzados, que yo sepa, el resto de bestias no
habla. No pueden verbalizar su esencia con el manifiesto y brutal
esplendor que lo hace el nuevo portavoz. Dicen que por la boca muere el
pez. Pues Rafael tampoco es un pescado. Acaso un sirulo con muy mala
leche y poca vergüenza que ha hecho gala de su sensibilidad depredadora
en múltiples ocasiones.
Fue Hernando quién dijo que si los
niños pasan hambre es por culpa de sus padres. Toda una declaración de
falta de principios y responsabilidad política en unos tiempos en los
que muchas familias atraviesan situaciones dramáticas. Pero si esto no
les parece suficientemente despreciable podemos poner otros ejemplos.
Hay para escoger. Como aquellas declaraciones en las que insultó a los
familiares de las víctimas del franquismo diciendo que algunos solo se
acordaron de su padre cuando hubo subvenciones para buscarlo. Una cosa
es segura. Tras oír esa basura, fuimos miles los que nos acordamos del
padre de Hernando y de toda su genealogía.
Para el nuevo
portavoz, la historia es un material dúctil y maleable que puede
retorcer a su antojo. Por eso la Memoria Histórica se le atraganta y, al
escupir, le salen boutades como que la República fue responsable de un
millón de muertos. Y no la enmendó pese a que reputados historiadores le
recordaron a Hernando que la República (nuestro primer régimen
democrático) sufrió un golpe de estado. Una sublevación militar que
provocó una guerra civil y unos 600.000 muertos. Y que el
gobierno elegido en las urnas tuvo que defenderse de un plan de
exterminio del contrario orquestado por los golpistas con la bendición
de la santa madre iglesia.
Hay verdades que escuecen. Porque
si uno quiere ponerles nombres y apellidos a los responsables de los
muertos no tiene que rebuscar mucho. Todavía hay monumentos, plazas y
calles en nuestra geografía dedicados a ilustres asesinos como Franco o
Mola. Todavía existe una mausoleo construido con la sangre del pueblo
vencido donde descansan los restos del genocida y se celebran misas por
su gloria eterna. Todavía es imposible que los hijos y nietos de sus
víctimas les puedan dar un digno entierro. Y lo más inverosímil, tenemos
una democracia que permite un partido en el gobierno que todavía se
niega a condenar la dictadura.
Yo creo que Hernando es una
elección muy acertada para su portavocía. Nadie como él podrá relatar la
esencia ideológica del partido popular. Rafita da el perfil. Cumple con
los denigrantes requisitos que requiere propagar los ecos de suciedad
de su partido. Lo va a clavar fijo. Total, para lo que les queda en el
convento...
DdA, XI/2875
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