En unos días se
nos irá de retirada del Congreso Alfonso Guerra, único diputado que ha mantenido su escaño desde
1977 a lo largo de once legislaturas, once, y será sustituido por José María
Benegas, más conocido por Txiqui, que también ingresó en la primera de esas legislaturas
y que sólo faltó a su asiento en el palacio de la Carrera de San Jerónimo entre
1986 y 1989. Durante ese trienio fue diputado en el Parlamento de Euskadi. Llama
la atención que en el PSOE del juvenil y apuesto Pedro Sánchez, donde todos son
acicalados aires de renovación, el recambio en un simple escaño del Congreso se
haga con savia tan fresca y remozada como la que nutre al señor Benegas. ¿A alguien le puede extrañar ante sustituciones tan significativas que, según la última encuesta de Electomanía -muy distinta a las que cocina El País-, tanto el Partido Popular como Partido Socialista estén perdiendo ahora mismo seis millones y medio de votos?
DdA, XI/2866
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