Acto fundacional de Podemos en el Teatro del Barrio de Madrid. Que la modestia del recinto no les haga olvidar
nunca a sus promotores esos orígenes y estén siempre cerca de ellos.
Fernando de Silva
Unos días antes de las elecciones europeas de mayo de 2014, publicaba
un artículo en el que afirmaba que Pablo Iglesias era un líder
carismático que otros patidos desearían tener; más de uno me tildó por
entonces de idealista, ingenuo y visionario. Han pasado seis meses, y
cuando solo ha transcurrido una semana desde que Podemos se ha puesto
de largo aprobando su esquema organizativo interno y sus principios
éticos, en una Asamblea que pasará a la historia por ser modelo de
democracia interna, transparencia y participación ciudadana abierta, y
ni tan siquiera ha tenido tiempo para elegir a su Secretario General, la
encuesta de Metroscopia que publica hoy El Pais la convierte en
primera fuerza política en intención de voto si ahora se celebrasen
elecciones.
Los dos grandes partidos, creyendo que era flor de un día, no se han
tomado en serio este proyecto ciudadano ilusionante, tratando de
anularlo con insultos y descalificaciones continuas, que han ido en
aumento en la última semana cuando ya se iban conociendo algunos datos
de la encuesta del CIS, aún pendiente de públicar. Ahora ya es tarde, PP
y PSOE han perdido el rumbo desesperados por su incapacidad para
reaccionar, porque no saben. Llevan décadas creyendo que con palabras
huecas, promesas incumplidas y mentiras disfrazadas de eufemismos se
puede gobernar un país, pero los ciudadanos les están diciendo que basta
ya de tanta demagogia y manipulación, que ahora solo quieren hechos,
soluciones, caras nuevas y otra forma de hacer política.
Hace unas horas Podemos era el centro de atención de todas las
tertulias de ámbito nacional, en las que los politicos y sus afines
medios de comunicación insistían en que su programa era inviable, el
calificativo más suave era tildarles de populistas, y más de uno
afirmaba que representaban a un marxismo leninismo caduco y fracasado. Y
todo porque la nueva formación política incluye en su programa la
solución para acabar definitivamente con la pobreza en nuestro país, que
se podría financiar con la persecución implacable del fraude fiscal de
las grandes empresas, así de sencillo. Y esto, los de siempre, vendidos a
los intereses financieros y especulativos, no lo ven posible,
sencillamente porque no les dejan los dueños del dinero.
La corrupción se ha convertido en la gran preocupación de los
ciudadanos, que han dejado de creer en unos políticos que les roban a
diario, y se apropian de dinero público, convirtiendo en su propio
cortijo las instituciones democráticas. A los políticos de los partidos
de la casta se les llena la boca con frases grandilocuentes, afirmando
que ellos son honrados y que están dispuestos a tomar medidas
contundentes contra la corrupción, que nunca llegan; y cada día nos
encontramos con un nuevo caso en el que están implicados muchos de
aquéllos que nos han querido dar lecciones de ética y honestidad. Pero, a
quién creer, cuando el mismo presidente del Gobierno ha sido acusado de
haber cobrado sobres en negro, o su propio partido se viene financiando
de forma ilegal desde hace décadas. Parece evidente que quienes son los
culpables de los problemas no son las personas adecuadas para buscar
las soluciones; pero son incapaces de marcharse y asumir sus
responsabilidades, y de ahí a su fracaso total solo hay un paso.
El espejismo ya no es tal. Ahora es posible que los ciudadanos
tomemos el poder de forma pacifica y democrátrica. Nuestra país necesita
gente nueva, que ilusione; lo viejo, manchado y sucio ya es caduco y ha
dejado de ser operativo. Pero que nadie piense que esto va a resultar
fácil, cuando esquinas a un perro rabioso se volverá más colérico aún, y
trataré de morderte. Pero es cuestión de meses, o de semanas, porque el
cambio llama a la puerta y ya no hay quien lo pare.
Por cierto, bajo el lema “que viene el coco”, PP y PSOE preparan, entre bambalinas, un pacto para acabar con Pablo Iglesias y compañía. Pero ya es tarde, la táctica del miedo ya no funciona, y si no reaccionan de inmediato y de verdad, es muy posible que en la próxima encuesta Podemos afiance su primacía, y se pronostique una victoria por mayoría absoluta, tiempo al tiempo. El 26 de mayo de 2014, cuando la nueva formación había obtenido 5 eurodiputados, su líder afirmó que no estaba contento con el resultado, que lo que quería era gobernar este país. Y puede que lo consiga más pronto que tarde.
DdA, XI/2835
3 comentarios:
Yo no estoy tan seguro. Siguen empecinados, no sé si también sus jerarcas, en considerar al resto ideológicamente inferior, como si ellos hubieran inventado la democracia. Así veo difícil que aguanten mucho tiempo, porque deberán pactar y tienen al resto muy encendido. También les falta organización y unos estatutos inteligentes, que les blinden de trepas y visionarios medio locos (tendrías que ver la caterva que corre por ahí), que con las siglas de Podemos quieren volver a gobernar como sea o hacer lo que les viene en gana.
Me sabe mal, pero el país sigue siendo el mismo, con su misma ciudadanía democráticamente analfabeta. Primero hay que educar en transigencia, no solo ser humilde.
Yo también lo veo difícil, Pau. esa es la opinión del firmante del artículo y me parece muy pronto que Podamos llegue a eso. No obstante, dentro de un año, la vida política en este país va a ser muy distinta a la que tenemos. Sobre eso no tengo ninguna duda.
El que está a la derecha de Pablo Iglesias en la foto, ¿no es Moral Santín?
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