miércoles, 1 de octubre de 2014

¿POR QUÉ EL GOBIERNO HA PEDIDO TRANQUILIDAD A LA CÚPULA MILITAR ANTE EL 9N?

Félix Población

A raíz de la gran manifestación independentista con motivo de la Diada de 2012, en aquella coyuntura en que la Generalitat de Cataluña planteó al gobierno central la disyuntiva entre el pacto fiscal o el referéndum soberanista, fue cuando se impuso esta segunda alternativa por parte del gobierno de Artur Mas, una vez desechada desde Madrid la primera. 

Hubo entonces, tal como recogieron algunos medios, una discreta reunión en la capital de España, a la que asistieron altos mandos militares de todo el país. Fue en esa cita donde, si bien se planteó la preocupación que suscitaba la nueva trayectoria del gobierno de Cataluña, también se impuso la decisión que con carácter oficial debería mantener la cúpula castrense: ningún pronunciamiento o manifestación en contra de la independencia de ese país, ningún apoyo tampoco a quienes se mostraran contrarios a la misma, a pesar de alguna que otra declaración en ese sentido por parte de algún militar de alta graduación en la reserva. 

Pues bien, hoy hemos sabido que si a principios de este año el propio Presidente del Gobierno hizo llegar a la cúpula militar la consigna de que nadie hable de Cataluña, la convocatoria de la consulta soberanista por parte de la Generalitat para el 9 de noviembre –suspendida por el Tribunal Constitucional- ha llevado al gobierno de Rajoy a instar a los altos mandos castrense la máxima tranquilidad ante las nuevas circunstancias. 

Si tal como se dice en la noticia, el gobierno central ha felicitado al mismo tiempo a esos mandos por la postura de neutralidad mantenida hasta ahora, tal como corresponde al estamento castrense en un régimen democrático, no estaría de más preguntarse por qué el vigente ejecutivo ha necesitado apelar a esa recomendación de tranquilidad, porque si la recomienda bien podría deberse a que no la hubiese o al fundado temor de que podría no haberla.

El mensaje, comunicado en unas reuniones de carácter general entre altos cargos gubernamentales y altos mandos del ejército, ha sido trasladado -según leo en la información publicada esta mañana por El Confidencial- por la cúpula de las Fuerzas Armadas a las cadenas de mandos –generales y almirantes- a través de recientes reuniones de trabajo convocadas para otros asuntos y celebradas recientemente en Madrid.


                              DdA, XI/2802                               

2 comentarios:

Antonio Crespo Ojanga dijo...

Yo nunca estaría convencido de un ejército democrático en una país con la historia del nuestro y con un intento de golpe de estado ocurrido hace poco más de treinta años.

Anónimo dijo...

El estamento militar es, de suyo, inmovilista, no lo olvidemos.

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