Emilio Silva
Cuando
trajeron a Madrid al primer religioso contagiado por el ébola, las autoridades
sanitarias españolas se afanaron en repetir que hasta los sanitarios
norteamericanos estaban admirados del dispositivo puesto en marcha para el
traslado. Pero ya sabemos que este es el gobierno de Pepe Gotera y Otilio.
Ahora una trabajadora está contagiada del virus (y puede que sean dos más) y la
ministra de Sanidad, Ana Mato, dice que no sabe cómo se contagió. Ya tenemos
otro 11M; el Gobierno desconoce la autoría del contagio y en cualquier momento
alguien del PP comenzará a cargar contra la enfermera, acusándola de un error
en su autoprotección.
Gobernados
como estamos por gente sin escrúpulos, que dejan a miles de personas sin casa,
que no pestañean cuando se habla de los cientos de miles de niños que empiezan
a conocer el hambre y no paran de entregar un Estado que sostenemos entre todos
a unos pocos, pasan estas cosas. Es hora de que nos quitemos de encima a todos
los políticos dañinos, a todos los gobernantes a los que no les importa la
gente. Es hora de que acabemos con quienes quieren devolvernos a la Edad Media.
Necesitamos una epidemia de dignidad para decir que no nos pueden gobernar
quienes nos atacan, quienes nos empobrecen, quienes por sus fundamentalismos
religiosos (tenemos una secretaria de Sanidad, Pilar Farjas, creacionista) han
puesto en peligro a la población.
Esta
noticia es el mejor ejemplo para definir a quienes nos gobiernan. Traer un
virus letal como el ébola a un lugar donde no existía es de una gravedad que
debería llevarse al Gobierno entero por delante.
Puntos de Página
+@Mato acabrá con el Évola, titula Escudier.
DdA, XI/2808
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