Hago mío el comentario suscrito por Javier Pérez de Albéniz en El Descodificador, relativo a la excepcional portada ofrecida por el diario El País hace unas fechas, en la que aparecía una fotografía de Pablo Iglesias Turrión conduciendo su vehículo al tiempo que hablaba por su teléfono móvil. El carácter dado a la noticia, en la primera página del periódico, denota con sobrada elocuencia lo que daría el citado rotativo por ofrecer algo más denunciable que esa imagen, objetivo en que el estarían de acuerdo todos los medios que sustentan el vigente y decadente régimen del 78.
Cuando esa incidencia menor ha llegado a ocupar la portada del diario de mayor difusión en España, solo se pueden pensar dos cosas: que Iglesias es un líder político muy a considerar en este país y que su partido, Podemos, en verdad, ha puesto en jaque lo que se gestó hace casi cuarenta años y cada vez tiene menor sostenimiento ciudadano. Estarán conmigo en que si eso lo hubiera hecho Esperanza Aguirre o el mismísimo nuevo y alicorto líder del PSOE no habría ocupado la primera página del mencionado periódico.
Estoy convencido de que en Podemos no ha pasado desapercibida la intención con la que se ha decidido que esa foto figurara en portada, pues está inscrita dentro de la animadversión mediática a la que ha sido sometido ese partido desde que que sumó más un millón de votos en las pasadas elecciones europeas de mayo.
Conviene recordar, al lado de la "grave infracción" en la que ha sido sorprendido Iglesias por el diario aludido, que en España hay casi 1.700
causas abiertas por corrupción en diferentes órganos judiciales, más de 500 imputados
en estos procedimientos y sólo una veintena cumpliendo condena en alguna de las cárceles del territorio nacional. Un estudio publicado en 2013 cifró en 40.000 millones el coste social de la corrupción en España y, respecto al aumento de fondos para la investigación, Justicia gastó más de 10 millones de euros en reforzar juzgados que investigan casos de corrupción en 2012.
También es de considerar que España es el segundo país del mundo en el que más ha aumentado la percepción de corrupción en 2013, por detrás tan sólo de Siria, según un informe de la ONG alemana Transparencia Internacional (TI) publicado hace unos pocos meses.
Dice Pérez de Albéniz:
"El prestigio diario “El País” incluye, en la portada de su no menos
reconocida web, una de esas noticias que, al tiempo que nos estremecen,
nos hacen volver a creer en el periodismo y nos reconfortan con la
profesión. Titulan con una interrogación: “¿Pablo Iglesias cazado
mientras conduce y habla por el móvil?”. Espectacular exclusiva de su
hermano pequeño el Huffington Post, impecable tratamiento periodístico,
datos rigurosamente contrastados que podemos disfrutar en nuestro
periódico de referencia.
El líder de Podemos, partido que según el no menos prestigioso diario
El Mundo “le pisa los talones al PSOE”, no sólo tiene coleta, es
comunista, pro etarra, filo terrorista y matará gente en cuanto tenga
ocasión, sino que conduce mientras habla por el móvil. Lo dice El País
en portada, entre interrogaciones, cuidado, y yo me lo creo sin dudarlo
un segundo. ¡Maldito seas, heredero de Stalin y Chávez!
Hablando de Chávez… Viendo la fotografía, que no reproduzco aquí por
pudor, tengo mis dudas. ¿Es realmente Iglesias? Si le digo la verdad, a
mí me recuerda más al que fuera presidente de Venezuela. Esa mirada
torva, esa boca torcida, esas orejas puntiagudas, ese rabillo diabólico…
Pero no puede ser, porque Chávez está muerto: yo le vi agonizar en la
portada del prestigioso diario El País".
DdA, XI/2.777
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