Hace unos días, en el programa La
Mañana que presenta Jesús Cintora en Cuatro, este magnífico profesional conectó
con Jerusalén porque allí se encontraba Pablo Iglesias como integrante de una
delegación de eurodiputados a la que el gobierno de Israel había impedido el
acceso a Gaza, devastada una vez más por la invasión militar a la que fue
sometida.
Pensaba que la conexión tendría
más que ver con la reiterada masacre ejecutada por el ejército israelí en el
territorio palestino que con el supuesto delito o falta cometido por Esperanza
Aguirre en la Gran Vía de Madrid, por aparcar donde no debía y todo lo que se
derivó de su huída de la autoridad pertinente por las calles inmediatas hasta acabar en su domicilio.
A Cintora le pareció interesar
más esto último, aunque el líder de Podemos sintiera más necesidad de hablar de
lo que había visto en los hospitales donde estaban internados algunos niños
palestinos heridos de gravedad. Que en una zona de este planeta, sucesivas
invasiones militares asesinen a cientos de niños –más de cuatrocientos en esta
ocasión-, es asunto como para dejar de lado cualquier otro, máxime si se cuenta
con la presencia en la zona de un eurodiputado elegido por los ciudadanos de
este país.
Es de celebrar que al término de
la entrevista, cuando apenas quedaban ya un par de minutos para la última
intervención de Pablo Iglesias, éste citara a Salvatore Lombardo, responsable
de la ONU en Gaza, e instara a Cintora a que le acompañara con un equipo de
Cuatro para testimoniar la destrucción ocasionada en la franja, pues Lombardo
le había participado la necesidad de dejar constancia de un paisaje similar a
los que dejara la segunda guerra mundial en Europa.
También es de celebrar, asimismo,
que Jesús Cintora se brindara a participar en esa empresa informativa que hasta
ahora parece estar prohibida por el Estado de Israel, como acaba de demostrar
no dejando acceder a Gaza a la delegación de eurodiputados de la que formaba
parte Iglesias. En todo caso, ¿permitiría la directiva de Cuatro ese viaje?
Estaremos pendientes. Se debe recordar que muchas de las escuelas destrozadas (con sus niños dentro) por el armamento que España vende a Israel fueron pagadas con dinero de la Unión Europea a la que pertenecemos.
DdA, XI/2785
No hay comentarios:
Publicar un comentario