Antonio Losada
Una chica de veinte años que salía de trabajar a
las siete de la mañana de una caseta de la feria de Málaga ha sido
brutalmente violada por cinco presuntos criminales, dos de ellos menores
de edad. Con la alevosía que suele caracterizar a este tipo de
salvajes, uno vigilaba, tres sujetaban, agredían y amenazaban de muerte y
el quinto lo grababa todo con un móvil. La policía pudo detenerles
porque la casualidad quiso que una patrulla encontrase a la muchacha,
ella tuviese el coraje de describir a sus agresores y tres de ellos se
hubieran parado a desayunar tranquilamente en un bar. Familiares de los
detenidos alegan que todo fue consentido. Tan consentido que seguramente
por eso a la víctima le robaron el bolso, el dinero y el móvil; para
que quedara constancia del buen rollo.
Según el
alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, crímenes así, con semejante
nivel de crueldad, son cosas que pasan. Es como tener un alcalde idiota,
una desgracia que le puede suceder a cualquiera. Sostiene el alcalde de
Málaga que en España se viola más de lo que parece, se producen más de
mil violaciones al año y no se puede poner un policía detrás de cada
ciudadano. Igual que no se puede poner otro policía detrás de cada
alcalde estúpido a quien sólo le haya faltado decir que si la chica no
sabe aguantar una broma, que se largue del pueblo.
Por si quedaba alguna duda, el alcalde quiso aclarar que no estaba
diciendo que la violación no tuviera importancia y que la condenaba de
manera absoluta pero "no vayamos a crear ahora la imagen de que Málaga
es un espacio inseguro". Lo primero es lo primero. Sobre todo que no se
pare la fiesta ni la feria, aunque sea un minuto para saber qué ha
pasado y mostrar un poco de empatía y solidaridad con la víctima.
La conclusión final del alcalde de Málaga se resume en que esa chica de
20 años ha resultado violada como consecuencia de un problema social y
educativo. Después de escucharle hablar más preocupado por la feria que
por la víctima, no queda otra que darle la razón. El alcalde Francisco
de la Torre ejemplifica como nadie ese problema educativo y social que
el Ministerio de Jorge Fernández Díaz sabe cómo afrontar con unos
sencillos consejos en su web: mujer, corre las cortinas, lleva siempre
contigo un silbato y evita descampados y zonas solitarias... O sea, no
provoques.
Desde el año 2011, los presupuestos
destinados a las políticas de igualdad se han reducido a la mitad y los
destinados a luchar contra la violencia de género han caído un 30%. En
2014 ya han muerto 36 mujeres, tres más que en 2013. Pero todo es por un
problema de educación, aquí ya no hay machismo y eso de la igualdad era
un cuento para pillar más subvenciones.
Qué
bonito es ser hombre en España, ese país donde las mujeres que sufren
abusos son quienes deben esconderse, salir huyendo de noche, cambiar de
nombre, de cara, de ciudad, de trabajo y de vida mientras sus agresores
se pasean tranquilamente por el barrio.
ElDiario.es DdA, XI/2.772
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