Félix Población
Se le
llama Descenso Ecológico del río Esva porque los 250 participantes que
surcaron sus aguas el pasado sábado, en todo tipo de ingenios flotantes a lo
largo de cinco kilómetros, están empeñados en una ejemplar competición:
preservar su caudal de todo aquello que pueda afectar la limpieza de las
arriscadas corrientes que lo nutren.
La idea
se puso en marcha hace ahora veinte años, justamente, por iniciativa de la
Asociación de Vecinos del Valle de Paredes y como expresión de rechazo a una
mina de feldespato a cielo abierto. Su objetivo, por lo tanto, es el de concienciar
la defensa y protección del medio ambiente, especialmente sugestivo en muchos
de los parajes por los que discurre el Esva, sobre todo cuando traza sus
magníficas hoces, abismadas entre casi
500 metros de impresionantes paredes cubiertas de robledal.
Lo pude
comprobar, sudar y disfrutar en una reciente ruta por esas trochas, pocos días
antes del Descenso Ecológico, partiendo de la localidad de San Pedro de
Paredes, con regreso por Bustiello hasta el propio lugar de salida y tras
salvar una inicial y prolongada pendiente que nos lleva hasta el alto
mirador de las brañas vaqueiras. El esfuerzo se nota, sobre todo, porque es al principio del camino y pilla en frío al andariego.
Desde
arriba, en un día claro como el de nuestra jornada, se puede disfrutar de la
panorámica impresionante de las montañas, con el azul del mar de fondo más allá del perfil de
las boscosas laderas y el verdor de los prados. La reconfortante y despejada perspectiva, que normalmente cierra la niebla, hace que nos olvidemos de la trabajosa andadura, sentados al pie de una de las sólidas cabañas de piedra que se asoman a los valles.
Se da
la coherente circunstancia de que las nutrias saben valorar la dedicación con
la que la citada asociación vecinal cuida el Esva. Se trata del río de Europa con mayor número de nutrias en sus aguas, por lo que no es difícil que
los senderistas dotados de una mínima paciencia y capacidad observadora puedan
ver, mientras caminan por sus riberas a la sombra de los alisos, alguno de estos graciosos mustélidos.
Ante el
pulcro cauce del Esva y el ejemplo que nos ofrecen los vecinos de Paredes con
su anual competición ecológica, sienta bien imaginar una actitud semejante
para con todos los ríos de Asturias y hasta del planeta, aunque tan solo fuera
como reconocimiento de amor y gratitud a las fuentes de la vida que los ríos derraman
allí donde nacen y allá por donde discurre su eterna estrofa de agua.
DdA, XI/2.773
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