A falta de lo que nos cuente el propio Antonio Aramayona sobre la jornada vivida ayer en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, a este Lazarillo le congratula saber que más de un centenar de personas se concentraron en la puerta del Edificio de los Fueros de Aragón para mostrar su solidaridad con los encausados, tal como cuenta AraInfo. La
llegada de Antonio, Marisol y Marga, según esa agencia informativa, hizo estallar en aplausos a
los asistentes a un juicio en el que, en palabras de Aramayona, no se
juzga la protesta, ni las faltas de las que se les acusa, “se juzga la libertad de expresión”. Es de esperar y desear, por lo tanto, que la sentencia sea la libre absolución para los tres.
"La vista ha transcurrido con celeridad. Los policías nacionales, que acudían como testigos, han ratificado los atestados emitidos los días 4 y 5 de junio,
en unas declaraciones en las que han dejado constancia, reiteradamente,
de lo pacífico de la protesta y la actitud, en todo momento,
conciliadora de Antonio Aramayona, Marisol Ibáñez y Marga Ribas. La idea
más repetida por los tres agentes ha sido la del cumplimiento de unas
órdenes que les obligaban a reclamar a Antonio Aramayona que se alejara
del portal de la Consejera Dolores Serrat Moré, y en caso de negativa,
denunciar por desobediencia, e informar al juzgado y Delegación del
Gobierno de la sanción impuesta.
La declaración de Antonio ha sido un ejemplo de principios, en el que
ha enumerado las causas que le han llevado a este juicio, que no son
otras que “defender la escuela pública y laica, desde el civismo y la no violencia”.
Posteriormente, ha narrado los hechos acaecidos en los días en que
fueron denunciados, advirtiendo que ni a Marisol ni a Marga, se les
dirigió la palabra por parte de los agentes, ni les fueron emitidos
boletines de denuncia, como sí ocurrió con él.
Aramayona ha resaltado el hecho de que su protesta no es en ningún modo violenta. “El vecindario nos saluda, no hay ningún problema”.
A pregunta de la defensa, Aramayona ha respondido que las extrañas
veces en las que se ha cruzado con la consejera, se han saludado con un “hasta luego”, lo que evidencia el carácter cívico y pacífico de la protesta.
Las declaraciones de Marga y Marisol, han sido mucho más concisas,
pues ambas han respondido a la fiscalía que los agentes de policía ni si
quiera se habían dirigido a ellas en los días de las denuncias, lo que
ha provocado que no hubiera preguntas por parte de la defensa.
La fiscalía no ha solicitado ninguna pena hacia Marga y Marisol, por
lo que la defensa ha solicitado la libre absolución. En el caso de
Antonio Aramayona, la fiscalía ha solicitado una pena de dos faltas de
diez días, a razón de ocho euros al día, lo que haría un total de 160
euros de sanción. La defensa de Antonio ha solicitado la libre
absolución, entendiendo que no se sostienen las acusaciones de
desobediencia, pues concibe que las órdenes que cumplían los agentes son
ilegítimas, ya que en la protesta de Aramayona no hay ningún indicio de
alteración del orden.
La defensa ha añadido que no existe denuncia por coacciones, que
motiven la actuación policial, ni la protesta tiene entidad de escrache.
Aún así, ha hecho referencia a la jurisprudencia en torno a los
escraches a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, en el que el
caso fue sobreseído, como ocurriría también en el escrache al senador Santiago Lanzuela Marina.
El caso queda visto para sentencia, con la casi seguridad de la libre
absolución de Marga y Marisol y la amenaza de una sanción de 160
euros sobre Antonio Aramayona, quien a la salida del juzgado ha
reiterado su postura de no pagar ni alegar. Tras un caluroso
recibimiento en la puerta del juzgado y atender pacientemente a los
medios de comunicación, Aramayona, un ejemplo de lucha por la educación
pública, ha vuelto a retomar su protesta en la Calle Alfonso, delante
del portal de la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte,
a la espera de una sentencia que se presume benévola".
DdA, XI/2.737
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