miércoles, 30 de julio de 2014

FELIPE PRIETO Y LA CARTERA DEL REY*

Félix Población

Se nos ha muerto a los 72 años Felipe Prieto, el artesano enamorado del cuero y poeta en bable al que nacieron en Zamora y que muy pronto arraigó en Asturias, tierra a la que amó en vivo y de palabra hasta el punto de escribir sus versos en asturiano y ser fundador de la Academia de la Llingua en 1980. Contaba José Manuel Vaquero en El País, en una crónica publicada en noviembre de 1981, que Prieto acudía puntuamelmente cada tarde al comercio en el que su mujer tenía un negocio de artesanía, sito en la calle Jovellanos de Oviedo, para trabajar el cuero al menos durante tres horas. 

Como maestro de profesión, consideraba imprescindible que los niños se hicieran al trabajo artesano, en el que Prieto era un perfeccionista. Una vez terminada su jornada laboral como profesor, no podía eludir esa cotidiana cita con el trabajo del cuero, en el que destacó de manera brillante. Es elocuente la anécdota que cuenta la visita al local de unos indios autóctonos de Norteamérica, maravillados ante la calidad de los objetos realizados por Felipe Prieto. "Esto no es el mero souvenir. Tal parece que es obra de generaciones muy anteriores a la nuestra", comentaron. También es sabido que Felipe Prieto acudió un año a la fiesta del Descenso Internacional de Piraguas del Sella, totalmente ataviado de indio (ropa, mocasines y tomajawk -hacha de piedra-), según su propio diseño y realización. 

Desde niño sintió un gran interés por la etnología, atraído por el comportamiento de los pueblos primitivos y sus costumbres, algo que por proximidad llevó a cabo sobre todo en las aldeas y pueblos de Asturias, hasta el punto de aprender a expresarse en bable a través de sus poemas. Lo que no he encontrado en muchos obituarios publicados ayer ha sido alguna referencia a la cartera de colegial que Prieto regaló al Príncipe de Asturias en 1981 y que le había encargado la fundación que lleva su nombre.

"Una confusión deshecha por la investigación realizada por El País ha devuelto la tranquilidad al artista, que se encontraba ligeramente dolido por la falta de cualquier tipo de comentario sobró la cartera de cuero que la Fundación del Principado de Asturias le había encargado para el príncipe Felipe, en cuyo diseño, trabajo y acabado volcó todo su arte", escribía en la citada crónica el corresponsal del citado periódico. "Me ha llevado sesenta horas de trabajo a mano. He dado las puntadas más pequeñas posibles en un cosido con lino (muy difícil de encontrar) y he puesto costuras dobles. Tiene una apariencia muy simple, con un solo detalle que, podríamos considerar lujoso: el escudo del Principado de Asturias, al que dediqué todo un día, aunque coser el asa a mano lleva más tiempo, pero eso es más difícil de valorar. Todas las piezas las he diseñado una por una".

El corresponsal en Oviedo del mencionado diario continúa así su crónica: "El 26 de julio de 1976 los reyes Juan Carlos y Sofía, que visitaban, en Santiago, la exposición Artesanal-3, se dirigieron a la mesa donde Felipe Prieto hacía sus cosas. "De pronto", comenta ahora, "la reina Sofía me interrogó: «¿Con qué grado de humedad trabaja usted el cuero?». La espontaneidad con que hizo la pregunta y su interés por otros detalles concretos demuestran que es una experta, que sabe, en fin, valorar muy bien este oficio artístico. Por eso a mí me extraña no tener conocimiento de reacción alguna sobre la cartera que, según mis noticias, la Fundación tenía pensado entregar al príncipe Felipe con motivo de su reciente visita a Oviedo". Este periódico pudo saber posteriormente que el príncipe de Asturias recibirá la cartera próximamente".

Acerca de la efectiva entrega de esa cartera de colegial al que ahora es rey con el nombre de Felipe VI no he podido encontrar documentación alguna, aunque supongo que la Fundación Príncipe de Asturias sepa del caso y pueda certificarlo.

UN POEMA DE PRIETO
"Yo déxovos mio voz pa semala fonda: / vuestros son la llabiega, el terrenu y la vida".

DÍGOVOS yo por ú tien d’ir la estaya,
si fai falta semar palabres atrevíes.
Atalanto ú fai falta un pocu más d’home
ú tenéis que llancar la ternura y les ansies.
U tenéis que regar con sangre o con sudor.
Demándovos a toos el brazu y la impacencia,
pídovos la paz pa cuchar el tiempu.
—Guardái el llantu en horru pa regar la muerte:
yo doivos sólo esperanza, alegría nel granu
¡Que naide mi muela la voz nel molín
nin faga pan más blancu col mio son de semenciu!
Non fagáis de tou esto nin roses nin claveles:
yo déxovos mio voz pa semala fonda:
vuestros son la llabiega, el terrenu y la vida.

*Artículo publicado hoy también en Asturias24 


                                DdA, XI/2.758                                

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