miércoles, 9 de julio de 2014

EL PLAN BOLONIA O CÓMO ACABAR CON LA UNIVERSIDAD PÚBLICA

Foto: La Moncloa

Pedro Luis Angosto

La semana pasada dejamos a Mariano Rajoy conversando con Luigi, Bowser y Mario sobre lo uno y lo trino, aunque según nos informan, últimamente ha cambiado de contertulios por agotamiento intelectual y ahora gusta departir con Leticia Sabater, Herman Tertsch, Bertín Osborne y Marhuenda, amigos de toda la vida que le aportan esa pizca de agudeza intelectual, de clarividencia histórica y política y de altura de miras que tanto se echa de menos en estas tierras. Con un mondadientes que una y otra vez pasa de la boca a las manos y de las manos a las uñas, Mariano Rajoy, arrellanado sobre el diván, cabeza inclinada hacia la derecha que apoya en ese mismo brazo, escucha con deleite las aportaciones epistemológicas de sus colegas, a los que interrumpe de vez en cuando para decir: -¿Has oído? Toma nota Floriano. Continuad, continuad.
Al otro lado del gran salón decorado con tapices gobelinos y un gran lienzo de Macarrón sobre la toma de Perejil en el que el Presidente aparece subido a un blanco corcel agarrado a la cintura de Federico Trillo, se encuentra el despacho de José Ignacio Wert. Es una habitación luminosa, llena de ordenadores de última generación y de guardias civiles vestidos con el uniforme de gala que data del periodo fundacional del benemérito instituto, cuando el Duque de Ahumada decidió reclutar jornaleros para detener jornaleros. Y no es que a José Ignacio guste coleccionar civiles, sino que comparte espacio con el cuerpo de guardia presidencial. Wert ha pasado toda la tarde con el exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi: -Te digo Joseba Iñaki que esos son todo comunista, si lo sabré yo, peor qué Podemos, que ya es decir, a mí me quieren matar. Habla Alperi de los universitarios y de lo nefasto que fue para el país la creación de decenas de universidades públicas en los años ochenta: -No es posible seguir así, a la Universidad tiene que ir quien ha ido siempre, un millón y pico de universitarios, pero dónde vamos a llegar, esto hay que cortarlo de raíz, además qué hacen allí, no sé si te habrás pasado últimamente por alguna Universidad Pública pero van a tomar el sol, a hacer asambleas, a tomar cañas, todo menos estudiar y ser hombres de provecho. Me tienen ojeriza. –Sí, sí, no hace falta que insistas más, estamos en ello y te prometo que esto se va a acabar de una vez por todas, tenemos varios planes encima de la mesa y dentro de nada en las universidades sólo entrarán quienes puedan permitírselo. De modo que no te preocupes… Parecía calmada la cosa, cuando tras el oportuno permiso apareció un ujier de librea: -El Sr. Pérez Reverte. –Sí, que pase, que pase. Joder Arturo, a mis brazos.  Cuanto bueno por aquí, excelente tu guiño al Felipe en el Instituto Oceanográfico, me lo comentó Zarzalejos, estupendo. –Ya, ya, estaba oyendo vuestra conversación por intranet y no aguantaba más, mira para estudiantes los de antes, los de mi quinta, eso sí que era vocación, entrega, disciplina, entendimiento y voluntad. No esta mierda de ahora, claro no han ido a la mili y mira lo que pasa, un atajo de pisaverdes y lloricas que se marean en cuanto ven un libro, siempre liados con los putos ordenadores, las tabletas, los wasap, ¿no te das cuenta que estamos criando generaciones y generaciones de papamoscas? O acabáis con todo este rollo socializante de una vez o acabo yo solito, me sobran cojones, me cago en la puta que los parió a todos. ¿Modelo pedagógico? ¡Y una mierda!, modelo pedagógico, palo y tentetieso, así aprendimos a hacer grande España los que estudiamos en la dictadura con Isabel y Fernando el espíritu impera, con el almirante Cervera, con Viriato… ¡qué cojones! –Tanto Luis como yo compartimos plenamente tus opiniones y te aseguro Arturo que no nos temblará el pulso. Mira, querido amigo, antes de llegar al poder contamos con la inestimable ayuda de socialistas y nacionalistas para implantar el Plan Bolonia, que nosotros hemos llevado hasta sus últimas consecuencias. Para que veas que no siempre vamos en el furgón de cola, somos el único país de la Unión Europea que ha aceptado Bolonia al cien por cien, de modo que a partir de ahora las matrículas tendrán que tender a cubrir el coste real por alumno de cada curso, cosa que nos viene muy bien para lo que queramos hacer porque lo que vale cada curso lo decidimos nosotros. Eso, no me lo niegues, ya es un filtro importante a la hora de evitar que gente no adecuada acceda a la Universidad. Pero no para ahí la cosa, hoy en día quien saque el Grado en cualquier disciplina no es nadie, porque el Grado equivale a lo que antes llamaban diplomatura. ¿Qué ocurre ahora? Pues nada, que los dos años de especialización que antes existían en las licenciaturas los hemos privatizado totalmente, además sin becas ni capullos coloraos. Quien quiera tener un título equivalente a Licenciado, tendrá que hacer un master, ¿Y dónde lo hará? Es lo de menos, la mayoría optarán por los que ofrezcan las universidades privadas a unos precios desorbitados, pero quienes opten por hacerlos en universidades públicas tendrán que vender uno o los dos ojos de la cara ya que no vamos a consentir que se subvencionen o se ofrezcan por menos de un tanto. ¿Quién va a poder matricularse en un máster para ser licenciado y así dar por terminados sus estudios? No creo que sea necesario explicarlo, me parece que está meridianamente claro. Nuestro modelo es la Escuela de Negocios de Chicago y el ICADE, sobre todo el ICADE, porque somos cristianos y no hay nada más cristiano que formar cuadros para las empresas que dirigen el mundo. Siempre fue así, y seguirá siéndolo.
Díaz Alperi y Pérez Reverte callaban mientras Wert, con su voz monocorde continuaba desbrozando su política educativa. No vamos a parar, no me sirve que durante estos años la Universidad española haya dado al mundo una de la mejores generaciones de médicos, biólogos, químicos, físicos, historiadores, lingüistas e  ingenieros, me tiene sin cuidado porque la mayoría tienen una extracción social dudosa. Tan es así, que en adelante vamos a sustituir las becas por créditos que los estudiantes o sus padres tendrán que devolver en el plazo estipulado, que la autonomía universitaria va a pasar a la historia porque el control de las universidades pasará a los consejos sociales, dónde hemos metido a los bancos, grandes empresas y personalidades destacadas de toda la vida, porque vamos a establecer –de acuerdo con Bolonia y con el Vaticano- un régimen disciplinario que me río yo de la mili en un regimiento sin bandera, se van a cagar. Luego ya sabes, si algún infiltrado se cuela, con no contratarlo en nuestras empresas y exiliarlo, todo arreglado. Nuestro propósito es resucitar la Formación del Espíritu Nacional, crear escuelas de tauromaquia en todos los municipios de más de diez mil habitantes y centros de capacitación en genuflexión desde la aldea más pequeña hasta la capital del reino. Disipa tus dudas querido Arturo, sabes que te queremos, sabemos que sufres por el futuro de nuestra amada Patria, pero estamos en el buen camino y nadie nos va a sacar de él. En cuanto a ti, Alperi, puedes decirle a tu amigo Enrique que todo está bajo control, que Férnández Díaz y Ruiz Gallardón están al tanto de todo. Vamos a convertir las universidades públicas en cuarteles con el Obispo de Mondoñedo a la cabeza.


                                           DdA, XI/2.741                                     

1 comentario:

Anónimo dijo...

La universidad pública está capitalizada por las izquierdas. No es de extrañar que se trate de un grano en el culo de la derecha. Y la que le armaron a Aznar, que solo iba a dar su punto de vista acerca de lo que se tratase, ya hablaremos otro día.

https://www.youtube.com/watch?v=4Gknumkpfqw

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