Ricardo Candia Cares
Querido Joaquín Sabina:
Esta vez tampoco iré a tus conciertos. Te ruego que no me insistas.
Tengo razones económicas por cuanto el ticket más barato ya es una
insolencia para mis bolsillos, también en crisis. Pero a las razones
económicas se superponen las que se relacionan con cuestiones algo más
complejas que los precios exorbitantes que pides por verte.
La última vez en que viniste, esa vez en compañía de nuestro querido
Joan Manuel, me tomé la libertad de hacerte saber lo mismo, pero quizás
no te llegó mi carta y por eso reincido con ésta.
También en esa oportunidad consideré que tus conciertos han devenido
en una ocasión para ricos y poderosos. Así, muchos de los que podrán
pagar tus entradas evitarán que sus hijos menores entiendan lo que dicen
tus canciones como una legítima manera de vivir. Y les serán explicadas
como excentricidades de un loco simpático que posa de irreverente y de
políticamente incorrecto, pero que en el fondo es un artista de carne y
hueso, higiénico e institucional, como cualquiera.
Y los tuyos, a esos que por decir lo que
piensan sin pensar lo que dicen les han llegado muchos menos besos que
bofetones, se quedarán sin poder ir a verte por falta de dinero, o, en
el peor de los casos, endeudados nada más que por el cariño que te
tienen.
Y los tuyos, a esos que por decir lo que piensan sin pensar lo que
dicen les han llegado muchos menos besos que bofetones, se quedarán sin
poder ir a verte por falta de dinero, o, en el peor de los casos,
endeudados nada más que por el cariño que te tienen.
Como verás, algunos aún son capaces de hacer un esfuerzo por los
amigos por la vía de renunciar a algunos pesos, o pelas, si se quiere.
Pero además, hemos sabido de tus conciertos en Israel. Y, para
decirte las cosas como son, nos ha causado una honda preocupación.
Quizás la crisis económica que viven los españoles sea muy severa, pero
es difícil que lo sea al extremo de que no puedas saber lo que hace ese
país en contra del castigado pueblo palestino.
Quizás tu economía es compleja y esos dinerillos ganados en tus giras
contribuyan a pagar tus cuentas, pero imagino que para un artista de tu
talla habrá medios más decorosos para tan loable y necesario fin.
Espero que entiendas estas críticas como las derivadas de un amigo
que tiene por ti el mayor de los respetos y admiración. Como sabes, en
mi caso y el de mis amigos profundamente sabineros, tus letras son una
referencia que ayuda a pensar de la manera más lúcida y libertaria
posible en este mundo nuestro en que resulta cada vez más compleja la
vida. Y de manera simultánea, muchas de tus canciones cumplen el rol
salvador del madero flotando en el mar, a las que nos aferramos cuando
el bajón hace lo suyo.
Pero aún así, te ruego que no me insistas. No iré a ninguno de tus
conciertos, pero ten la certeza que seguiré teniendo por ti el cariño
debido a los amigos.
Iba decirte que si te apetecía compartir un vino, tranquilo, yo
habría invitado, me encontrarías en la mesa dos del bar Cuatro y Diez,
entrando a mano derecha. Pero no. Prefiero juntarme con la gente que
conozco y que nunca ha bajado sus banderas ni ante el riesgo de su
propia vida, y menos lo harían ante la falta de dinero.
Así que puedes seguir derechito por donde viniste que prefiero
recordarte por tus canciones antiguas, que por los precios de asalto de
tus conciertos hechos para ricos, o por tus andanzas en países en los
cuales no se respeta la vida de los niños, ni la dignidad de las
personas y en donde deben sonar como exóticas tus letras tan libertarias
y políticamente incorrectas.
Atentamente,
Ricardo Candia Cares
ElDesconcierto.cl DdA, XI/2.759
3 comentarios:
Con tu permiso me lo llevaré al blog. Comparto todo lo que dices.
Me interesaría elprecio de las entradas y el país, por aquello de la renta.
Gracias, Albert (Barcelona, Catalunya)
Chile. No conozco el precio pero el autor dice quiénes no se pueden permitir pagarlo.
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