martes, 17 de junio de 2014

PODEMOS: UNA KERKAPORTA CONTRA EL INEXPUGNABLE PENSAMIENTO ÚNICO

Jaime Richart

 El Pensamiento Único, a partir del Liberalismo económico de Adam Smith, reforzado luego por el Darvinismo social y por el Positivismo de Comte, han ido puliéndolo e implantándolo en el mundo Thatcher y Reagan, los economistas del Chicago Boys y los ensayistas mediáticos norteamericanos. Al final se ha petrificado como una ideología y una praxis imposible de contrarrestar pese a ser abominable y causa de muchos de los males de la población común del mundo. Las nuevas tecnologías le ayudan pues actúan en buena medida son como vaselina que lo anestesia.

 No hubo más que ver la cara de asombro de algunos periodistas españoles formados en él en las Escuelas de Periodismo (donde se obvia, por ejemplo, el socialismo real pese a que China tendría mucho que decir al respecto) y acostumbrados a pensar desde él, al escuchar en sus primeras intervenciones televisivas a los dos profesores universitarios impulsores de "Podemos", Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. Así se explica que ciertos periodistas españoles desplazasen de sus púlpitos a los predicadores del dogma religioso para difundir tozudamente, aun mediando crítica, el suyo del Pensamiento Único. Y poco a poco, esos mismos, en lugar de limitarse a preguntarles y a informar han empezado a acorralarles y, como hacen los tipos de baja estofa, a recurrir con insinuaciones a la insidia, a mentir acerca de ellos y a calificarles, a veces rastreramente de populistas en lo peor de su acepción. 

 No nos extrañe. Está visto que "Podemos" se propone hacer trizas el Pensamiento Único aplicado en España apenas sin estorbo por una de las dos formaciones políticas mayoritarias españolas, de la que es cómplice en el asunto, por debilidad, la otra. Pero claro, eso no pueden tolerarlo ni los que viven de él directamente, ni el periodismo más poderoso de este país, en su mayor parte conservador o fascista, monárquico o consentidor, corporativista y siempre y por encima de todo pragmático.

 Veamos. El Pensamiento Único tiene su origen en un artículo de Ignacio Ramonet en 1995 en Le Monde Diplomatique. En síntesis el Pensamiento único viene a ser una visión social, una ideología, que se pretende exclusiva, natural, incuestionable, que sostiene y apuesta -entre otras- por estas tesis:
 1-La hegemonía absoluta de la economía sobre el resto de los planos sociales
 2-El mercado como mano invisible capaz de corregir cualquier tipo de disfunción social
 3-La importancia de la competitividad (falso: dominan lobbys y oligopolios)
 4-El Mercado libre, librecambio sin límites (falso: las fuerzas hegemónicas imponen ritmos y no hay manera de resistirse a ellas)
 5-La mundialización, en su acepción económico-financiera.
 6-La división mundial del trabajo
 7-La desregulación sistemática de cualquier actividad de carácter social.
 8-La privatización de lo público

 Esta ideología cuenta con apoyos financieros, mediáticos y políticos suficientes para gozar de una situación de privilegio respecto de otros modos de entender la sociedad que, naturalmente, existen;  que existen, pero que los doctrinarios mediáticos, empresariales, financieros y políticos del Pensamiento Único sofocan, desprestigian y  reprimen... (el cooperativismo, por ejemplo).

 Pues bien, a ese pensamiento contesta "Podemos". Eso es lo que "Podemos" y su caldo de cultivo, el 15 M, se proponen combatir entre nosotros. El detonante han sido los abusos, la desigualdad estructural y la impunidad que en España alcanzan niveles de escándalo y donde son múltiples las barreras que se alzan para evitar los cambios a los que se resisten los caudillos de una Transición tramposa. El Pensamiento Único ha terminado siendo el aliado idóneo de esa Transición reforzando esas barreras. 

 Estamos pues ante dos ejércitos civiles. El uno gigantesco en principio imbatible, y el otro minúsculo pero al que se le van a ir uniendo millones por el camino. Es muy posible que si no fuera por el Pensamiento Único que profesan las fuerzas económicas, bancarias y financieras mundiales que obtienen sin pegar un solo tiro los réditos que logran de la guerra abierta, la tercera mundial ya se habría desencadenado. Pero, vista la correlación de fuerzas, la esperanza que aporta el movimiento pacífico e incisivo, “Podemos” (que millones esperábamos como al Mesías), es como un bálsamo, por un lado, y un ariete, por otro, para abatir la inexpugnable empalizada del Pensamiento Único en este país.  Recuerda el trance a la kerkaporta: una portezuela dejada abierta por olvido en las murallas de la inexpugnable Constantinopla, por la que los turcos penetraron tranquilamente en la fortificación en 1493 (hasta el punto de que los historiadores sitúan el comienzo de la Edad Moderna en ese hecho y esa fecha).

 Y cuando Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero claman en los platós contra la iniquidad: es decir,  desahucios multitudinarios, desvalijamiento de las Cajas, saqueo de las arcas públicas, despilfarro del dinero público, la desnutrición infantil y pobreza galopante, esos periodistas bellacos se ríen, tratan de desprestigiarlos y les tildan de mitineros. Pero esto tiene una explicación más allá de la apariencia: al igual que a ese sepulturero que cobra por desenterramiento, lo único que interesa al periodismo rastrero es descubrir cadáveres putrefactos (que pueden seguir desenterrando a miles), no para contribuir a debilitar el Pensamiento Único y menos a cortarlo de raíz, sino para llenar más páginas de sus periódicos o para ocupar más horas en los medios audiovisuales. Es cierto que no se hartan de hablar de los efectos perniciosos del Pensamiento Único, pero para reforzarlo y para dejar intacta la ideología.

 A “Podemos” le queda bastante recorrido. Podrá fracasar en su intento pues los intereses creados, la envidia, el rencor, los inescrúpulos y las malas artes de muchos, y de entre ellos de ciertos periodistas, podrán acabar con ese Movimiento que nos dota de esperanzas. Pero la semilla está sembrada. Y tal como va la deriva del presente, tal como es el tamaño de la brecha de la desigualdad cada día más infranqueable, y tal como es la impunidad que se enseñorea de este país y del imperio al que sirven los adoradores y apoderados del Pensamiento Único (esa nación donde ya multan y persiguen -y terminarán matando- a quienes  tratan de sobrevivir buscando comida en la basura), hay que confiar en que, si postergan o aniquilan los canallas a Iglesias y a Monedero, otros tomarán la bandera y conseguirán doblegar a ese sistema promotor de la nueva esclavitud como la gota persistente de agua acaba horadando el pedernal.


                                      DdA, XI/2.730                                     

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