El único diputado de Amaiur se interesó por el destino de los objetos de la dictadura catalogados en 2009 en las embajadas españolas de hasta diez países y lo que le respondió el Gobierno fue que no hay sitio para todos en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. Asegura el Gobierno que actualmente ya no subsiste ningún vestigio franquista en los
bienes muebles e inmuebles ubicados en el exterior del país y que las
cuberterías donde estaba tallado el escudo del águila han sido retiradas
para grabar el escudo constitucional, decenios después de su implantación. También asegura el Ejecutivo que "los vestigios relativos a óleos, esculturas, fotografías, escudos
en representaciones y diversos objetos de mesa de las representaciones
de Finlandia, Francia, Bélgica, Italia, Austria, Marruecos y Kenia se encuentran debidamente almacenados en la sede central del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En
teoría, y según los acuerdos de la Comisión de Memoria Histórica, todos
esos objetos deberían ser trasladados a Salamanca, al Centro Documental
de Memoria Histórica, para su catalogación y depósito. Pero el
Ejecutivo revela que ha tenido que paralizar el envío de vestigios
franquistas a Salamanca debido a "la imposibilidad actual del Centro
para albergar más objetos. Y eso que el nuevo Centro, un espacioso edificio restaurado en el centro de la ciudad, ya está dispuesto como sede, junto a la del antiguo hospicio de San Ambrosio. Este Lazarillo nunca llegó a pensar que el almacenamiento de los vestigios materiales del franquismo fuera un problema, habida cuenta el problema que plantean los vestigios vivientes y durmientes que debemos seguir soportando.
DdA, XI/2.722
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