Ana Cuevas
Felipe González dice sentirse orgulloso de pertenecer a la casta
política. Arremete sibilinamente contra PODEMOS acusándoles de ser
bolivarianos. Tiene gracia que quien liderara el Partido Socialista
Español trate ahora de acojonar al personal con un mensaje idéntico al
que usa la derecha más recalcitrante: ¡Cuidadín que vienen los rojos!.
Tiene gracia, pero maldita. La misma maldita gracia que les debe hacer a
los votantes que un día confiaron en el PSOE, presumiendo que votaban a
la izquierda, y ahora se encuentran con la posibilidad de que peperos y
sociatas copulen en una unión contra natura para barrer a los
perro-flautas que pretenden mandarlos a su casa.
Pero en algo estoy de
acuerdo con Felipe. Tanto él como todos los voceros que se han puesto de
los nervios con el auge de PODEMOS pertenecen a otra casta. Como diría
mi abuelita, a la de los descastados. Que según el diccionario se aplica
a las personas que no demuestran afecto por su gente o que no
corresponden al que le han demostrado. Desde el pasado 25-M han sido
muchas y variadas las descalificaciones que la jauría esclerotizada ha
lanzado contra la emergente formación que amenaza sus poltronas.
Compararlos con la ultraderecha francesa de Marine Le Pen, insinuar que
reciben dinero de Irán o Venezuela o desprestigiarles por la mala
imagen que estos desarrapados diputados van a dar en la elegante y fría
Europa. No como el pimpollo de Cañete, ¿Cómo se van a comparar con el
glamour que destila este cavernícola encorbatado?
Pero
de todas, la más hiriente y repugnante fue la que los tertulianos de
13TV utilizaron contra el representante aragonés Pablo Echenique
refiriéndose a él como ese pobre tontito que va en silla de ruedas.
Echenique, que padece una enfermedad degenerativa que ha paralizado el
88% de su cuerpo, que no de su cerebro, podrá ser cualquier cosa menos
tonto. Él se define a sí mismo como un retrón, no como un discapacitado. Un retrón
que actualmente se encuentra en excedencia de su puesto como físico
teórico del CSIC para luchar por una sociedad más justa y libre de los
discapacitados neuronales y los descastados emocionales que dirigen
nuestras vidas. Pablo le echa bemoles al asunto. Es un tipo íntegro y
valiente que no cree en los ghettos de caridad, compasión y pasividad en
los que, quienes se piensan "normales", intentan marginar a los retrones.
Al
final, todo es cuestión de inteligencia y honestidad. Se tienen o no se
tienen. Y eso es, en realidad, lo que está desquiciando a la jauría.
Que la gente de PODEMOS anda sobrada de ambas cosas. No, Pablo no es
tontito. Ni nosotros, sus votantes, tampoco. Y si IU y otros grupos de
la izquierda verdadera reaccionan PODEMOS darle la vuelta a la tortilla.
Los de la casta de indecentes marrulleros están perdiendo los papeles.
Utilizando la mentira y el insulto porque no tienen otra cosa. ¿Se
imaginan a Rita Barberá, Rosa Díez, González Pons o Floriano en un
combate intelectual con Echenique? Entonces se demostraría, por si
alguno le queda alguna duda, quienes son en verdad los auténticos
discapacitados.
Las hienas están aullando. Ladran, luego
cabalgamos. Aunque la montura de alguno de nuestros abanderados sea una
silla eléctrica de ruedas. Al
menos su jinete es un tío listo, honesto y corajudo que nos ha devuelto
la ilusión de que PODEMOS. Y eso les da miedo, mucho, mucho miedo.
Puntos de Página
Este es Pablo Echenique-Robba, físico, "cascao" (como le gusta llamar a
los discapacitados) y recién elegido eurodiputado por Podemos. Su
opinión sobre algunos temas científicos
puede levantar polémica entre muchos de sus 1,2 millones de votantes. El
nuevo europarlamentario apoya la experimentación con animales, los
transgénicos y la energía nuclear. "En la izquierda a veces la gente se
vuelve anticientífica", afirma en esta entrevista con 'Materia':
http://esmateria.com/2014/05/30/yo-inclino-por-usar-ratoncitos-en-investigacion-para-acercar-una-medicina-humanos/
http://esmateria.com/2014/05/30/yo-inclino-por-usar-ratoncitos-en-investigacion-para-acercar-una-medicina-humanos/
DdA, XI/2.716
1 comentario:
Hay ocasiones es que hay que escribir así, siempre que se pueda, claro, que esa es otra que sabe muy bien hacer Ana. No se puede decir mejor, en fonda y forma, lo que aquí quedá escrito. Gracias, Ana.
Publicar un comentario