Jaime Poncela
Conseguir un orgasmo en un cajero automático es lo más próximo a
experimentar en persona la sensación que produce beneficio bancario. La
pareja ovetense que fue sorprendida (sic) manteniendo relaciones
sexuales en ese recinto de intimidad económica tiene en su haber dos
experiencias: la de hacerse famosos por cohabitar en público y la de
conseguir que un banco les haya dado alguna satisfacción inmediata.
Pasada ya la época en la que por domiciliar una nómina se conseguía una
olla exprés o un televisor portátil, puede que los expertos en marketing
bancario tomen nota de la iniciativa de esta joven pareja y opten por
incluir en sus promociones “una noche en el cajero automático” como cebo
para atraer la atención de los jóvenes y potenciales usuarios. “Tu
nómina es tu orgasmo”, rezaría el ambiguo lema publicitario. Ni con esas
será fácil conseguir clientes en estos tramos de edad tan desprovistos
de ingresos propios y estables. El problema es que de aquellos polvos de
la especulación bancaria vienen estos lodos en los que generaciones
enteras viven enterradas sin oficio ni beneficio, ni donde caerse
muertas o enamoradas. La banca española ganó el año pasado 9.000
millones de euros. El banco Santander elevó su beneficio en un 105% con
respecto al año anterior. Si alguien no llega al orgasmo siendo
beneficiario directo de unas cifras como esas, que se lo haga mirar. El
dinero es uno de los afrodisíacos más poderosos que existen, ya sea para
Botín o para un modesto paseante que se pone tan cachondo mirando a su
novia como sintiéndose partícipe ocasional del erotismo bancario que
ofrece el cajero. El Kamasutra debería añadir a sus mil combinaciones
amatorias la “postura del cajero”, una variedad que es por ahora una
novedad llamativa y viral pero que, al tiempo, terminará por convertirse
en la única posible para muchas parejas de enamorados que tendrán en
los cajeros lo más parecido a su hogar.
Artículos de Saldo DdA, XI/2.707
1 comentario:
Esta es sin duda la forma más... "peculiar" de utlizar un cajero bancario...
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