Con ocasión de la reunión que el
Presidente del Gobierno tuvo con los grandes empresarios del país, una anónima
reportera le preguntó a Botín –ese caballero hormigonado cuyo nombre hace honor
a su continente y a su contenido- qué le iba a decir a Rajoy el Obvio, y el
presidente del Banco de Santander le respondió tal como juzgó en su día la labor de Zapatero: que lo está haciendo muy bien,
¿no le parece a usted que sí? La reportera se limitó a sonreír
ante el poderoso, con la discreta aquiescencia de la modesta profesional que ha
de soportar una réplica de ese carácter, mezcla de chulería y prepotencia, pues
así considera Botín el oficio del que en mayor medida depende el estado de
salud de una democracia y que más está sufriendo las consecuencias de lo bien que va todo.
Ayer, en El Intermedio, el
reportero Gonzo volvió e ejercer de cojonero en el acto de presentación de
Arias Cañete como cabeza de lista del Partido Popular a las elecciones
europeas. El evento lo organizó el Foro ABC -que hoy le dedica al mismo diez páginas, diez- y tuvo lugar en el céntrico Casino
de Madrid. No obtuvo muy buena cosecha el reportero del programa de Wyoming,
al menos en lo que respecta a contestaciones por parte de algunos de los
asistentes entrevistados.
Cristina Cifuentes apenas pudo
articular una contestación coherente con respecto a los sobresueldos del
expresidente Aznar, que oficiaba en el acto de presentador del candidato y cuyos discursos -dijo Cañete- tiene muy cerca de su corazón. El
ministro Gallardón se limitó a varias réplicas falaces con respecto a la ley
del aborto y a la ley restrictiva del principio de justicia universal que
aprobó el Gobierno. Se esfumó en cuanto Gonzo le hablo de la presión china para devaluar esa última ley.
Zarandeado por los escoltas, ni a
la entrada ni a la salida del expresidente obtuvo el reportero cojonero una
sola sílaba del protagonista de la pregunta, cuyo rostro crispado era la mejor
expresión del concepto que le merece un periodista con la osadía de preguntar
lo que se preguntan los ciudadanos en la calle.
En cuanto a Cañete, éste sí que
tuvo respuestas, pero más le hubiera valido guardarse los modales exhibidos
cuando Gonzo quiso indagar sobre las relaciones ocultas entre una de sus empresas
y la Administración. El nerviosismo, la zafiedad y la irascibilidad mostrados
por quien va a representar al PP como cabeza de lista en unas próximas
elecciones no han sido lo más edificante para dar inicio a la campaña
electoral, pues actitudes así -como en el caso de Botín- denotan que esos
señores no han superado la concepción que del periodismo se tenía cuando el que
se ejercía en España dependía del departamento de Prensa y Propaganda.
Para colmar el reportaje, al
principio y al final del mismo, el reportero cojonero tuvo la feliz idea de preguntarle
también a su colega Hermann Teartsch por los sobresueldos de su líder: “Sois una
auténtica gentuza todos vosotros”, se limitó a insultar éste. Y esto, como se emitió
en vivo y en directo, no fue invento, pues como luego apostilló Wyoming, si El
Intermedio inventara los dichos de Teartsch -según propala éste-, Teartsch quedaría
mejor que con sus propios dichos.
No sé qué pensará Lara, amigo de Aznar, del programa de ayer de sus empleados, pero estoy por aventurar que habrá tenido -otra vez- noticias al respecto. De momento me ha extrañado que en la página web de El Intermedio podamos ver el encontronazo con Teartsch, pero no el resto de la emisión.
DdA, X/2.696
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