domingo, 11 de mayo de 2014

¿DE QUÉ SIRVEN LAS MANIFESTACIONES ANTE LA RUINA MORAL Y MATERIAL DE MILLONES DE PERSONAS?

 Jaime Richart

Decía Voltaire que una sola gota de sangre derramada no vale la libertad de todo un pueblo. Pues bien, viendo lo que viene sucediendo en este país, viendo los millones de personas excluidas del bienestar; viendo el número de las que pasan hambre y toda clase de penalidades; viendo los suicidios y los crímenes indirectos de Estado y Comunidades por incumplir su obligación de amparar a toda la ciudadanía sin excepciones, se puede afirmar que tanto sacrificio no vale una miserable democracia... Y si lo dudáis, preguntad a esos centenares de miles de padres de niños desnutridos que pasan hambre, a esos millones de españoles sin trabajo ni esperanza de tenerlo, para qué quieren la libertad imaginaria que les brindó este régimen político; de qué les sirve esos cantos hechos desde el poder dedicados a los emprendedores, a los esforzados, a los optimistas.

Al menos durante dos décadas unas bandas más o menos organizadas han estado saqueando a este país. Gran parte de los fondos de cohesión y de los préstamos de los bancos europeos que pretendían modernizar a España y sus infraestructuras, han ido a parar a mano de individuos privilegiados o estratégicamente situados en la sociedad política, bancaria y empresarial española. Ese saqueo inmisericorde y sostenido ha terminado por arruinar al país; mejor dicho, ha terminado por empobrecer y arruinar a millones de sus habitantes al mismo tiempo que ha enriquecido a miles de individuos sin escrúpulos aunque eso sí, investidos todos ellos con el manto de la solemnidad, de la inmunidad o de la impunidad instituida.

Este país ha acabado así en la quiebra técnica y fraudulenta, y con ella en la ruina moral y material de millones de personas. Este es el panorama. Unos directamente se han embolsado millones durante años engañando a unos y a otros, al fisco y al pueblo, a los electores y a los ciudadanos; otros lo han permitido mirando a otra parte, actuando o no actuando pero en todo caso cobardemente. El monto de los rescates a la banca para enjugar la deuda contraída con los bancos alemanes y europeos equivale al lote de millones saqueados y despilfarrados por la canalla.

¿De qué sirven las manifestaciones, las protestas, los escraches o las quejas y denuncias en medios de información,  juzgados y organismos? Yo no propugno la violencia física (nadie bien nacido, con un sentido superior de la vida y del humanismo lo hace); si bien la violencia moral originada por el enriquecimiento escandaloso de unos a costa de muchos mantenido durante años la justificaría. Pues cuando empiezan a comparecer en escena millones de hambrientos y de personas sin más techo que uno de acogida; mientras minorías de la política, de la empresa, de la banca, de las finanzas, de las empresas energéticas... se enriquecen al tiempo que aumentan el sufrimiento y la desesperación, el riesgo de sublevación y de violencia va creciendo por días y momentos.

 Es preciso forzar la imaginación, la astucia, la inteligencia y la unión de quienes sufren y de quienes estamos a su lado, para hallar la fórmula que nos permita hacer frente a esa tropa de facinerosos que se han apropiado del poder y han arruinado al país,  para desalojarles de él.
DdA, X/2.697

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