Por voluntad que puse, sabiendo
que a ninguno de los dos candidatos iba a darle mi voto, no pude soportar
íntegramente el debate televisivo cara a cara entre Arias Cañete y Elena
Valenciano, cabezas de lista respectivamente del mal llamado Partido Popular y
el no menos peor llamado Partido Socialista Obrero Español. El primero pecó de fariseísmo. Valenciano, de falta de credibilidad.
No confiaba para nada en las
aptitudes dialécticas de Cañete, si bien reconozco que representando al partido
en el Gobierno lo tenía crudo para rebatir a su oponente. Tampoco tenía mucha
seguridad en que Valenciano iba a aprovechar esas dos debilidades de su
adversario -la propia de su verbo y la de la pésima gestión gubernamental- para salir
muy airosa del envite.
No me equivoqué en lo primero,
pero debo admitir que doña Elena le dio un buen repaso a don Miguel, más que
nada porque lo llevó a su terreno, supo hacerlo con determinación y en ningún
momento ofreció al candidato del PP un flanco discursivo por donde éste pudiera
haberla rebatido con resolución. El único, superficial, manido y falaz
argumento utilizado por Cañete se basó en la herencia recibida.
Tres frases bastarían para
ejemplificar la torpe actuación de don Miguel: "Si el sistema financiero
saltó por los aires fue porque ustedes pusieron en el Banco de España a un
socialista que no tenía ni idea." "La pobreza existe en España porque
ustedes generaron tres millones y medio de parados. Su política nos llevó al
borde del rescate." "La refinanciación de los bancos ha sido
ejemplar. La hemos hecho con el menor coste para el contribuyente".
Otras tres me parecieron la más
indicativas del terreno que pisó con más solvencia la candidata del PSOE y que en
el balance final del debate la daría por ganadora del mismo a los ojos de un televidente imparcial: "Quieren
imponernos su moral. Quieren recortarnos la libertad de decidir si somos
madres. Han escondido la ley en un cajón. Saben que la gente no la
quiere." "Nunca he oído hablar a Rajoy de la violencia de
género". "Ustedes siempre han tenido una relación muy difícil con la
libertad, con la libertad de los demás".
Elena Valenciano mantuvo en todo
momento, sobre todo tras anular los nervios iniciales, una actitud muy directa,
mirando a su oponente y sin echar mano de chuletario más que para hacer uso de
datos muy concretos. La primera parte de Cañete, principalmente, fue un ejemplo de
mal asesoramiento televisual, porque ni debería haberse quitado las gafas una
vez iniciado su presentación, ni debería haber hecho uso de papel para leerla,
algo que asimismo mostró en buena parte del debate, con una caligrafía
manuscrita ostensible que daba la impresión de improvisada.
Por buenos que hubieran sido los argumentos esgrimidos por el candidato conservador -que
no lo fueron, antes al contrario-, pocas veces se ha dado mayor descuido o ineptitud a la hora de hacer telegénico a un candidato electoral en este tipo de debates. Cañete
el chuletero suspendió tanto por lo que dijo como por cómo lo dijo. Si el PSOE no hubiera dilapidado el crédito que la ciudadanía le dio en el pasado, hoy estaríamos hablando de la posibilidad de una derrota del PP en las próximas elecciones europeas. De todos modos, gane quien gane en la vigente coyuntura histórica, ambos partidos están a lo que mande la dictadura financiera, según dictan los hechos.
Puntos de Página
Puntos de Página
@Cañete: debatir con una mujer es difícil porque mostrar "superioridad intelectual" parece "machista".
@UN TWITE DE CHERINES, PRESIDENTA DEL PP DE ASTURIAS
La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, conocida como 'Cherines', ha cerrado su cuenta de Twitter para que únicamente los seguidores que ella elija puedan ver sus mensajes después de que este jueves le llovieran las críticas por un mensaje que publicó en esta red social.
"La telefonista de Ferraz frente al abogado del Estado responsable de la negociación europea de la PAC. No hay color", es el tuit que ha levantado la polémica y que Fernández publicó en pleno debate entre Miguel Arias Cañete, candidato del PP para las elecciones europeas, y Elena Valenciano, la candidata socialista.
Aunque Fernández cerró su cuenta, aún circulan por las redes sociales decenas de capturas del tuit polémico. En su mensaje, la dirigente 'popular' hace referencia a que Valenciano comenzó a trabajar en los años 80 en la centralita telefónica de la sede nacional del PSOE, situada en la madrileña calle Ferraz.
El diario El Mundo publicaba en 2012 en un perfil de Valenciano que era ella "la que contestaba al teléfono cuando el 23 de febrero de 1981 Antonio Tejero asaltó el Congreso de los Diputados; ella fue la encargada de recoger las muchísimas llamadas que llegaban del exterior de España interesándose por los acontecimientos de ese día". EL HUFFINGTON POST.
La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, conocida como 'Cherines', ha cerrado su cuenta de Twitter para que únicamente los seguidores que ella elija puedan ver sus mensajes después de que este jueves le llovieran las críticas por un mensaje que publicó en esta red social.
"La telefonista de Ferraz frente al abogado del Estado responsable de la negociación europea de la PAC. No hay color", es el tuit que ha levantado la polémica y que Fernández publicó en pleno debate entre Miguel Arias Cañete, candidato del PP para las elecciones europeas, y Elena Valenciano, la candidata socialista.
Aunque Fernández cerró su cuenta, aún circulan por las redes sociales decenas de capturas del tuit polémico. En su mensaje, la dirigente 'popular' hace referencia a que Valenciano comenzó a trabajar en los años 80 en la centralita telefónica de la sede nacional del PSOE, situada en la madrileña calle Ferraz.
El diario El Mundo publicaba en 2012 en un perfil de Valenciano que era ella "la que contestaba al teléfono cuando el 23 de febrero de 1981 Antonio Tejero asaltó el Congreso de los Diputados; ella fue la encargada de recoger las muchísimas llamadas que llegaban del exterior de España interesándose por los acontecimientos de ese día". EL HUFFINGTON POST.
DdA, XI/2.702
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