Paco Acosta
Aunque
no me gusta hacerme eco de habladurías, cotilleos, suposiciones no muy fundadas
o contrastadas, ni rumores de similar índole, en este caso en atención a la
particular credibilidad que me infunde la “divulgadora” principal de estos descubrimientos,
haré, sin que sirva de precedente, de trasmisor de estos “secretos”….
Pero
previamente, y para mantener un tanto más la emoción de toda intriga o
misterio, os cuento algo sobre esta investigadora. Su nombre Cristina
Calandre Hoenigsfeld. Es nieta del doctor Luis Calandre Ibáñez (1890-1961),
eminente cardiólogo y científico republicano, que además de ser uno de los
primeros residentes en la Residencia de Estudiantes (cuando empezó a funcionar,
en 1910), también fue médico del Instituto Escuela, perteneció a su patronato
en los años 30, y fue el último subdelegado en Madrid, hasta el final de la
guerra -incluso tras su disolución “por decreto” en 1938- de la JAE (Junta para
Ampliación de Estudios, antecesora del posterior CSIC), que fue a la que le
adjudicaron los terrenos situados en los Altos del Hipódromo, para levantar el
IE. Los hijos del doctor Calandre, asistieron todos al IE, al igual que la
madre de Cristina, que por ser judía y polaca, tuvo que abandonar el Colegio
Alemán y pasarse al IE.
Un
inciso…, de carácter personal, con el que comprenderéis en qué fundo mi
“credibilidad”. Al leer algunos escritos de Cristina Calandre, de los que he
sacado los datos para este “artículo”, y ver en ellos nombrar a su abuelo, me
vinieron de golpe, las numerosas veces que en casa de mis padres y abuelos, se
mencionaba al “doctor Calandre”… Y es que la familia Calandre es de
ascendencia murciana, más concretamente cartagenera, al igual que la parte
materna de la mía… Y especificando todavía más, una hermana del doctor (el
abuelo de Cristina) casó con el hermano mayor de mi madre y se convirtió, así
en la que siempre he llamado la “tita Julia”… Pero no queda ahí la cosa. Otro
hermano del doctor, casó con una hermana de mi padre. Así que de alguna manera,
Cristina y yo, estamos doblemente emparentados…, pero la conozco únicamente por
lo que leído de ella.
Pues
bien, y sigo con el argumento. Cristina Calandre heredó la voluminosa
biblioteca y archivo de su abuelo, y al ir catalogando los numerosos y valiosos
documentos personales y oficiales con que contaba, descubrió algunos de estos
asuntos -los que yo llamo aquí secretos del Ramiro- y que no son
generalmente muy conocidos. Y si estas informaciones, para ella plenamente
verídicas, no forman parte de la “historia oficial”, la que se ha trasmitido
relativa al Instituto Escuela como antecesor del Ramiro de Maeztu, aunque solo
sea por su ubicación en la Colina de los Chopos…., es porque estos secretos,
se produjeron en esos tempestuosos momentos de nuestra historia, la guerra
civil y la postguerra inmediata. Cristina Calandre sostiene que “sí eran
conocidos” pero que han permanecido casual y oficialmente “tapados” por los
principales responsables de incluirlos en esa historia oficial….
Se
asombra mi pariente Cristina de “descubrir” que bajo el edificio de la
Residencia de Estudiantes, hubiese un refugio antiaéreo republicano
durante la guerra, transformado luego en sala de billar para los residentes (las
fotos de la Residencia que adjunto, ilustran algunos de los artículos de
Cristina -en uno se puede ver aún el canalillo-, o están sacadas de
100%Residenciadigital), pero que su sorpresa fue aún mayor al encontrar
documentos reveladores que en el edificio del Instituto Escuela, base del ahora
Instituto Ramiro de Maeztu, hubo durante un corto tiempo, allá por 1939, una
cárcel de mujeres… Cosa que, comenta ella, no había encontrado en las
publicaciones y exposiciones “oficiales” organizadas por los responsables del
CSIC y de la Residencia desde 1986. Y tampoco aparece en la abundante
documentación publicada, libros, artículos, boletines, etc., relacionada con el
Instituto Escuela, la Institución Libre de Enseñanza, el Instituto Estudio o el
Ramiro de Maeztu ….
En lo
que respecta al Refugio antiaéreo, situado bajo el campus del CSIC y la
residencia de Estudiantes, dice Cristina que fue “construido por la
República en 1937 para el Hospital de Carabineros que se situó en dicho lugar
durante la Guerra española para curar de la malaria a los milicianos y que fue
dirigido por mi abuelo el Dr. Calandre, que además fue el último delegado de la
JAE en Madrid”, y que esto, no solo ha sido oficialmente “ocultado desde
1939, sino que ha sido en parte destruido con obras ilegales entre 1990 y el
2001 , a pesar de tener protección como Bien de Interés Cultural la mayoría de
los edificios que se encuentran en la superficie”.
Al
parecer existe suficiente correspondencia para afirmar que el proyecto y
memoria del refugio fueron realizados por el arquitecto Don José Mª Rodríguez
Garrido, que estimó su coste en 60.000 pts., y tendría capacidad para unas 200
personas. “Dicho refugio antiaéreo, llego a construirse casi en su
totalidad, 162 ml, a pesar de haber tenido numerosos problemas con corrientes
subterráneas de agua y con la escasez de mano de obra que (existía) para
este tipo de construcciones, que dependía de la dirección de obras y
fortificaciones, Ministerio de la Guerra, mientras que el Hospital de Carabineros
dependía del Ministerio de Hacienda…”
Y una
vez que me había “enganchado al hilo” a estos temas no suficientemente
divulgados, he visto que Cristina Calandre se ha interesado también por el tema
de la Cárcel de mujeres en el edificio del Instituto Escuela, y encontró
que en libros relativos a las prisiones de mujeres se menciona el “que
debido a la saturación de mujeres y sus hijos en la cárcel de Ventas”, “se
produjo un traslado a unas dependencias del Instituto Escuela, antiguo colegio
situado en los altos de hipódromo. Fueron instaladas en el segundo piso del
edificio”. Según parece, “este emplazamiento duró pocos meses, pero como
no hay documentos de ese tiempo que lo certifiquen, es difícil concretar”.
Y continúa, “es irónico que se escogiera esta ubicación dada la connotación
ideológica del Instituto Escuela (1918), organismo que fomentó la Institución
Libre de Enseñanza (ILE) que preconizaba la renovación cultural y pedagógica…”
Sostiene
mi pariente Cristina, como explicación al rápido desmantelamiento de esta
prisión, que pudo deberse a dos causas. Una de ellas, porque “hubo en
septiembre del año 1939 un cambio en el Ministerio de Justicia, del que
dependían las cárceles: Tomas Dominguez Arévalo, Conde de Rodezno, fue
sustituido por Esteban de Bilbao”. La otra es que “en el mes de
noviembre del mismo año 1939 se crea por Ley el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y comienzan a aprobarse las obras de reforma de sus
edificios por parte del Ministerio de Educación”.
Pero lo de la reforma de 1939,
ya forma parte de la historia conocida de nuestro Ramiro. Lo anterior son solo secretos,
relacionados con nuestro Ramiro, ni suficiente ni plenamente desvelados…
DdA, X/2.672
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