En siete años, la revolución ciudadana puesta en marcha por la gobernación de Rafael Correa en Ecuador (apoyada por el 80 por ciento de los electores) ha logrado que su país ofrezca a la población unas expectativas más que halagüeñas, que han hecho retornar a buena parte de los ecuatorianos que habían venido a España años atrás en busca de un provenir mejor. Por eso es conveniente asistir, virtualmente al menos, a los discursos que pronuncia en Europa el presidente de aquella república (inolvidable el de Berlín), en este caso en la Universidad de Barcelona con ocasión de la concesión del títitulo de Doctor Honoris Causa. Su ánimo y su proyecto consiste en transformar -y lo está haciendo- un país desmoralizado tras la gran crisis bancaria del 1999, algo que a España debería servirle de ejemplo. Rafael Correa ha insistido sobre todo en el valor de la Educación y la Cultura para llevar adelante la revolución ciudadana, y en este sentido se está trabajando de modo admirable hasta el punto de que ya se habla del "milagro ecuatoriano". Actualmente, tras el fallecimiento de Hugo Chávez hace un año, se puede asegurar que el presidente de Ecuador es el líder latinomaericano con más carisma de la nueva izquierda en aquel subcontinente. Coincidententemente con el evento que tuvo lugar en Barcelona, otro de los líderes iberoamericanos con gran carisma durante su gobernación, el expresidente de Brasil Lula de Silva, recibió también estos días el título Honoris Causa en la Universidad de Salamanca, acto del que apenas hubo información en los medios de comunicación convencionales.
DdA, X/2.671
No hay comentarios:
Publicar un comentario