Félix Población
Sería aconsejable para Alfonso Rojo, el periodista cuya animadversión hacia Pablo Iglesias roza la abominación y es incapaz por lo tanto de debatir sosegada y civilizadamente en un plató con su adversario ideológico las cuestiones que los diferencian, evitara en lo sucesivo seguir injuriando al profesor universitario y lider de "Podemos". No porque esté dejando su profesión y su dignidad a muy bajo nivel, sino porque las razones expuestas por Iglesias, sin que en ningún momento falte a su oponente u oponentes dialécticos, pueden afectar seriamente a la salud de Rojo, al que ayer el primero hubo de recomendar agüita fresca para sus sofocos.
Aparte de no dejar intervenir a don Pablo cada vez que hace uso de la palabra, el director de Periodista Digital sobrepasó ayer los límites de la decencia profesional y personal -durante el debate sobre los sucesos violentos del pasado 22 M-, pues no satisfecho con reincidir en los supuestos cobros que Iglesias recibe del oro de la dictadura chavista y cuyo zafio recurso comparte con su colega Inda, tuvo esta frase para su oponente: "no empiezes, que te recuerdo a lo que te dedicas, lo que haces y lo que cobras. No
vayas por ese camino o empezamos a contar tus relaciones con ETA y lo que
dices en las herrikotabernas”.
Como Iglesias ya anunció su intención de denunciar a Rojo ante la justicia por llamarle mangante y chorizo en un programa reciente de La Sexta Noche, cabe suponer que hará lo propio con esta segunda y más grave infamia. Me temo, además, que como la dirección de ese espacio no dé directrices muy serias en ese sentido a su presentador, cada debate puede acabar en lo sucesivo con este mismo tipo de afrentas y descalificaciones inadmisibles, sin que Rojo deje de cobrar por decirlas. Al menos, mientras la salud le responda, porque ya digo que también pueden dañarla seriamente sus arrebatadas réplicas y ese afán por aplastar a gritos a su adversario sin dejarle hacer uso de la palabra.
DdA, X/2.660
No hay comentarios:
Publicar un comentario