Lazarillo
Como comentamos en su día en este mismo DdA, hoy ha salido a la calle Heraldo de Madrid, el histórico periódico republicano que fue incautado por la dictadura un día como el de la fecha de hace 75 años. Se trata, como es sabido, de una de las más prestigiosas cabeceras de la prensa española. Un rotativo de carácter liberal en el que colaboraron importantes escritores de la época como Valle Inclán o García Lorca, cuya andadura se inició en 1890. La iniciativa de esta edición especial y única (100.000 ejemplares) partió de la Asociacion de Periodistas Europeos, bajo la dirección de Miguel Ángel Aguilar, y contó con la colaboración de una serie de publicaciones, entre las que figuran unas cuantas procedentes del desparecido diario en papel Público, que sin embargo no figura como actual periódico electrónico entre los medios que han apoyado este proyecto. Tampoco está El País, a pesar de ser Aguilar unos de los más afamados colaboradores historicos de este rotativo. Sí colaboran eldiario.es e Infolibre, que se han encargado de la sección de política; Alternativas Económicas y La Marea, que tratan la confluencia de la crisis económica con la sociedad; Fronterad abre las ventanas a la escena exterior, Materia aporta su visión del mundo de la ciencia, Jot Down lo hace con la cultura, Revista Fiat Lux con la crónica negra y Líbero con el deporte. Por su parte Mongolia pone el punto de humor con su visión corrosiva de la realidad noticiosa. El Heraldo, como se voceaba por las calles de Madrid en su tiempo, pasó de ser liberal a convertirse en un diario afín a Izquierda Republicana. Con esta edición especial se busca, según sus promotores,
"recrear el ambiente de cainismo y devastación" que dominó Madrid en
el tramo final de la contienda bélica, para que no caiga en el olvido del
lector actual de prensa. Por desgracia, el lector que podría hoy leer ese tipo de rotativo no cuenta con un medio equivalente en papel, algo que quizá podría llegar a lograrse si todos esos medios que se han unido para hacer memoria, lo hiciera para dar constancia del presente de modo periódico, ya fuera con carácter díario o semanal. ¿O es que el papel solo sirve como soporte material para un evento conmemorativo? Me llamarán nostálgico, pero este Lazarillo -por haberse criado con Gutemberg- lo sigue añorando los fines de semana. La ciudadanía ha logrado juntar a un millón de personas en una manifestación pública, pero a la hora de buscar unos representantes políticos o un medio de comunicación se encuentra con la dispersión y la falta de unidad.
DdA, X/2.660
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