miércoles, 5 de febrero de 2014

MARILÓ MONTERO Y LOS CALAMARES GIGANTES*

 Félix Población

Para quienes no residimos en Asturias desde hace muchos años, aunque frecuentemos las visitas cada vez que nuestras actividades nos lo permiten, es un placer comprobar la atención y dedicación que se les ha prestado a los museos en general, bien sea en las capitales más importantes de la región o en aquellas pequeñas localidades que cuentan con alguno de esos centros u otros similares.

El Centro del Calamar Gigante, en Luarca, disponía de todo el atractivo para centrar la atención de los turistas que frecuentan cada verano la costa asturiana. Como se dice en las guías que lo promocionaban, la visita constituía una inmersión en el mito y la leyenda de los más abisales mundos oceánicos. Se exponían allí nueve grandes ejemplares, uno de los cuales –una hembra con solo 17 meses de edad-  medía casi catorce metros. Se trataba de un centro de referencia científica y ambiental que ahora habrá que restaurar casi desde la nada, pues la fuerza inusitada del reciente temporal lo ha arrasado casi por completo, ante la desolación del presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (CEPESMA), Luis Laria.

Cuando un periodista, cualquier periodista, pero sobre todo un periodista de un programa de televisión de carácter nacional, dependiente de un medio público como TVE, solicita la colaboración de un profesional como Laria para que le explique el carácter y los daños sufridos por ese centro, es obligación ineludible  de su competencia -por profesionalidad y respeto a los televidentes- que sus asesores o guionistas le pongan en antecedentes acerca del tema sobre el que va informarse, pues solo así será mejor la información que recabe.

Luis Laria, como todo experto que no habla de boquilla y basa su saber en su activo vocacional y capacidad de estudio, es una perita en dulce para cualquier  periodista que sepa aprovechar sus conocimientos y recurra a él  con ánimo de compartirlos con los telespectadores del modo más exhaustivo y divulgativo posible. Que en medio de las clarificadoras y didácticas explicaciones de Laria, Mariló Montero, presentadora del programa “La Mañana de la Uno”, le pregunte “si estaban vivos los calamares”, resulta de una frivolidad y falta de documentación bochornosas, pues si se hubiera documentado previamente -como es su obligación para no quedarse reducida a alumna de parvulario- Mariló debía saber por lo menos que el hábitat de los calamares gigantes está localizado a 2.500 metros de profundidad.

Dado que esta señora ha demostrado en otras ocasiones que la conducción de ese programa le viene grande, por sus torpes, frívolas o manipuladoras ocurrencias (trasplante de almas, exhibición de tanga o identidad de los lanzadores de huevos en Gamonal), sería preferible  que la dirección de TVE limitara sus funciones de cara al público, porque como presentadora de esa casa está colaborando de modo decisivo a que el actual periodo de nuestra televisión pública estatal sea uno de los peores que se recuerdan, estando como está nuestra memoria bien nutrida.

También debería saber Mariló, ay Mariló, que las pérdidas del Centro del Calamar Gigante de Luarca no se reducen a la mera cuantía dineraria  de dos millones de euros, según evaluación  de Luis Laria, ni se pueden comparar con las pérdidas de una discoteca, pues muchos de los ejemplares expuestos eran únicos y en esto estriba la diferencia clave entre un museo -centro de ciencia y cultura- y una sala de fiestas -centro de diversión y ocio- destrozada también por el temporal en La Coruña.

Confiamos en la diligente y pronta restauración o reconstrucción del Centro del Calamar Gigante de Luarca, porque todo lo que abunde en cultura contribuirá en lo posible a desalojar ignorancias tan desfachatadas como la exhibida una vez más por Mariló Montero, ay Mariló, tan empeñada en mostrarlas sin reparo alguno.

*Artículo publicado hoy también en Astures.info 

DdA, X/2.613

No hay comentarios:

Publicar un comentario