jueves, 6 de febrero de 2014

IGLESIAS/GARZÓN: CONFLUENCIA CONTRA UN PARLAMENTO COMO TEATRO DE SOMBRAS

 Las goteras del Congreso como síntoma de un régimen en extinción
Félix Población

A la espera del que se celebrará hoy entre varios colectivos en el Ateneo de Madrid, el debate ayer en una sala teatral de Madrid entre quien encabeza el movimiento Podemos, Pablo Iglesias, y el más que prometedor diputado de Izquierda Unida, Alberto Garzón, fue todo lo estimulante que ambos protagonistas prometían. Pese a las pullas envenenadas que se han lanzado contra el primero días atrás, a propósito de unas declaraciones no muy afortundas de Iglesias, este Lazarillo considera que tanto el líder de Podemos como Alberto Garzón son de lo mejorcito que puede asomar en este país en sombras de cara a un inmediato porvenir. Por edad y capacidad, los dos están en disposición de representar a su generación -la que gobernará España en breve- y a las precedentes, tan duramente afectadas por el desempleo y la falta de expectativas personales y profesionales.

Creo sinceramente que están llamados a colaborar y que ese camino de entendimiento empezó ayer en la sala Mirador, el mismo día en que gracias a la demoscopia del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hemos sabido que si hoy se celebrase una consulta electoral el 24,2% de los españoles decidiría no acudir a las urnas. Un 10,8% daría su voto al PP y un 11,8%, al PSOE, con lo cual ambos partidos sumarían el 22,6% de los apoyos. La abstención, por lo tanto, superaría al bipartidismo, que avanza progresivamente hacia su muerte por deméritos propios. Recordemos que hace un año la abstención solo se acercaba a la suma de votos entre los dos partidos mayoritarios. 

En este contexto, y digan lo que digan sus muy alterados detractores sobre si Iglesias viene a dividir a la izquierda ahora que IU tiene más expectativas de voto que nunca, comparto el criterio expuesto ayer por el profesor de que la política ha dejado de ser el arte de la prudencia para ser el arte de la audacia y de que la disputa por la democracia ha de ser ahora el eje de la lucha por la ruptura. La pelea política, según él, no está entre la derecha y la izquierda, sino entre quien defiende la democracia y quienes quieren acabar con ella.  "Está claro quiénes fueron los enemigos de la democracia y quiénes lo son hoy. Los enemigos son quienes convierten derechos en privilegios. Quien privatiza la sanidad y hace de ella un privilegio es enemigo de la democracia, quien convierte la educación en un privilegio es enemigo de la democracia".

Por su parte, Alberto Garzón explicó los peligros que corre la democracia cuando los representantes están muy cerca de los poderes económicos, de forma que se produce una quiebra entre lo que quieren los ciudadanos y lo que hacen los partidos políticos. Y puso un ejemplo reciente: "El otro día Susana Díaz tuvo una cita con Botín para pedirle un préstamo, porque estaban ahogados con los recortes de Montoro. Esto significa que la voluntad del pueblo carece de instrumentos para gobernar y debe ir a pedirle dinero a Botín". Ante esta situación, "necesitamos unas nuevas reglas de juego, un proceso constituyente", añadió Alberto Garzón. Porque, a su entender, si continúa la dinámica que ha gobernado la crisis económica hasta el momento, "el Estado va a quedar como un simple gestor y el Parlamento se quedará como un teatro de sombras. En los parlamentos se discutirá si se pita en los partidos de fútbol o si se fuma en los bares, pero se quedarán fuera las grandes cuestiones estructurales de nuestra sociedad".

Tanto Iglesias como Garzón afirmaron que, cansados de una izquierda perdedora, se ha de recuperar la ilusión, que es un elemento indispensable para ganar. Y este Lazarillo piensa que para eso habría que empezar por recuperar a ese creciente y notable porcentaje de ciudadanos abstencionistas que supera ya a los electores de los partidos turnantes en el poder, responsables ambos de la España que tenemos.

Puntos de Página

 Diez millones de votos entre todos los partidos
Un informe electoral secreto en manos de al menos cuatro dirigentes de PP, PSOE y CiU, revela que en las próximas elecciones europeas del 25-M los 13 partidos políticos españoles con representación en Estrasburgo no alcanzan ni siquiera 10 millones de votos entre todos, frente a 24 millones de ciudadanos que se decantan por nuevas formaciones políticas, el voto blanco, nulo o la abstención activa. +@Un Espía en el Congreso

+@No se pierdan esta carta: Al Gobierno y su gente, en Astures.info 

+@Abren en Valencia una clínica de desintoxicación para votantes bipartidistas 

DdA, X/2.614

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