miércoles, 26 de febrero de 2014

ÉVOLE Y LOS BUENOS ACTORES

   
María Jesús Casals*

El pasado domingo tuve en casa una comida con familia y amigos periodistas. Surgió en la conversación el tema del fenómeno Jordi Évole, aunque por casualidad porque aún no se había emitido su falso documental y ni siquiera se comentó. Los periodistas dijeron que Évole es un actor, no un periodista. Los otros lo defendieron como un gran profesional del periodismo. Y como suele pasar en este país, ambos grupos sostuvieron sus opiniones con cierta pasión discutidora. Yo sostuve que un actor puede hacer buen periodismo y que un periodista puede ser un actor: tenemos ejemplos de ambos casos. Los invitados se fueron tarde, así que comencé a ver el falso documental ya iniciado.
  Conservo todavía buena memoria y a medida que iba viendo/escuchando "Operación Palace" algo me chirriaba  hasta la irritación: ciertos testimonios, detalles, afirmaciones que consideré manipuladoras y falsas. Sobre todo esa sensación de que se acentuaba con impudicia la figura del rey como el único salvador de la democracia, el héroe de la película, y siempre en contraste con los malos malísimos, en contraste con el máximo exponente de la traición, Alfonso Armada. En fin, dije "vaya mierda" y cambié de canal. Es decir, no vi la traca final de la declaración de la farsa. Me enteré al día siguiente. Pero no me impresionó en absoluto.
Solo lamento que mis invitados periodistas ya se hubieran ido porque debería haberles reconocido toda la razón, sin matices: Jordi Évole no es periodista, es un actor. El periodismo es una actividad comunicativa muy delicada porque su base es la credibilidad. Tiene un contrato social con la credibilidad de sus profesionales, aunque se equivoquen. El periodismo no tiene que ver con el soporte sino con una forma de actuar en todo momento que sea creíble y respetable. Évole le ha dado una buena patada a la credibilidad, hasta derribarla. No tengo nada contra los actores. Si son buenos saben interpretar magistralmente los papeles que les ofrecen quienes pagan. Y esos que pagan siempre construyen las historias, la realidad y la sociedad a su medida y beneficio. Évole es un inteligente y estupendo actor. Y es posible que siga viendo su entretenido espectáculo.

*Catedrática de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Directora del Departamento de Periodismo I de la Facultad de Ciencias de la Información (UCM).

DdA, X/2.634

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