jueves, 13 de febrero de 2014

EL MINISTRO MARGALLO CUIDA DE SU ESTÉTICA EN UN HOSPITAL PÚBLICO


Lazarillo

Tal como nos llega y circuló por redes, damos noticia a la noticia que no fue la que dieron los medios, sino la que a lo medios no llegó por tratarse de lo que sigue: El pasado fin de semana ingresó en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid (hospital público) un paciente “importante” bajo el epígrafe Paciente Protegido-Protegido. Este paciente, que supuestamente iba a someterse a una operación quirúrgica rutinaria, fue curiosamente alojado en una zona cerrada y sin dotación (URPA), para lo que hay que pagar a un intensivista 24 horas extras de guardia y mover a personal de enfermería. Curiosamente también, no fue operado en el quirófano de cirugía general y digestivo sino en el número 16, destinado a cirugía plástica: la intervención, que oficialmente se realizaba a causa de una hernia abdominal, se trataba en realidad de una abdominoplastia (reducción de grasa en el abdomen), que no figura en la cartera de servicios sanitarios públicos y de la que ningún ciudadano “de bien”, que paga sus impuestos puntualmente, se puede beneficiar sin pagar por ella.
El Paciente Protegido-Protegido no era otro que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, de cuya operación se hacen ahora eco diversos medios de comunicación, pero sin mencionar en ningún caso en qué ha consistido y limitándose en todo momento a repetir que ha sido una “operación quirúrgica menor”. Margallo se ha beneficiado de nuestros impuestos para un fin puramente estético que no es gratuito, algo que mueve a escándalo si se tiene cuenta la cantidad de personas que llevan meses y meses en las listas de espera para poder ser operadas por cuestiones vitales. La Nueve de Anonymous, entendiendo como nosotros que el derecho a la intimidad deja de ser legítimo cuando es utilizado para engañar y estafar a la gente, informó durante la tarde de ayer de los hechos a través de su cuenta de Twitter. En la nota hecha pública por La Nueve de Anonymous, se recuerda al personal -cuando observe la nueva línea del ministro- que las dietas milagrosas no existen y que cualquier duda al respecto, sobre lo que no han contado los medios, se le puede plantear a la doctora Rosa Pérez Cano, jefa del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Gregorio Marañón. O directamente al director médico, Dr. Eduardo Junco. Aparte de lo dicho, nos parece una temeridad que el ministro se someta a este tipo de operación en un centro público, sabiendo el ánimo de lucha que el personal sanitario mantiene en contra de la política de recortes del Gobierno en la sanidad pública, con el riesgo -por lo tanto- de que el carácter de esa intervención llegara a conocerse.

DdA, X/2.621

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