Quienes lo vieron dicen que es un Dron, uno de esos aviones no tripulados de los que tan interesado uso y abuso se puede hacer en tiempos de espionaje y mundial vigilancia como los que corren. También se dice desde La antorcha de Kraus, un blog que sigue con cierta regularidad este Lazarillo y sitio donde encontré la foto que ilustra y titula este post con manifiesta alarma, pues si ya andamos jugando con esos juguetes para consumo interno, vamos aviados. Lo cierto es que el objeto volante planeó sobre los manifestantes de Burgos, que desde hace días se resisten en las calles de esa localidad castellana a que el Ayuntamiento deshaga y rehaga una de sus calles sin consultar al vecindario. Aprovecho la imagen -asesóreme quien sepa de esos artilugios- para insertar un buen artículo (Balada de Burgos) del joven escritor y periodista gijonés Miguel Barrero, cuyo blog (Notas al margen) también aconsejo:
"Los burgaleses se han levantado en armas
para gritar que la ciudad pertenece no a los políticos ni a los
constructores, sino a los ciudadanos que le dan alma, corazón y vida.
Esa evidencia, tantas veces olvidada o escondida bajo las más
grandilocuentes formas de la retórica, ha cogido de improviso a más de
uno que creía que, con la que está cayendo, lo último que les iba a
preocupar a los habitantes del barrio de Gamonal –gente humilde y en el
paro, convecinos de segunda o de tercera, en absoluto merecedores ni de
medio segundo de compasión– sería que les hicieran un bulevar en la
calle de cuatro carriles por la que llevan años paseando y aparcando en
doble fila. Como el estallido social es no sólo intolerable, sino
también incomprensible, cierto ministro que en su día intentó el viaje a
Damasco, pero equivocó el camino y terminó en Las Vegas, asegura que
quienes arman gresca en la antaño apacible villa burgalesa, cuna del Cid
y, por extensión, de España, son «violentos itinerantes» –hay que
reconocer que a Rajoy y los suyos no se les da bien gobernar, pero son
unos águilas creando conceptos– que, llegados desde las no muy lejanas
vascongadas, habrían aprovechado la coyuntura para sembrar el caos en un
lugar de natural pacífico, honesto y, digamos lo más importante,
agradecido en lo que a votos se refiere.
Decían los integrantes de la Generación
del 98 que en Castilla anidaba la más profunda esencia de lo español, y
puede que Burgos sea uno de los ejemplos más acabados de este axioma en
el que, no obstante, tanto hay que discutir. De Burgos salió el ya
mencionado Rodrigo Díaz –un mercenario que supo labrarse una posteridad
muy de su gusto y que fue el modelo reconocido de uno de nuestros más
encantadores presidentes– y desde Burgos dirigieron Franco y sus
muchachos la contienda con la que consiguieron liquidar a un alto
porcentaje de sus compatriotas. Como contrapartida, de allí procede la
historia que alumbró uno de los textos inaugurales de nuestra
literatura, y en Burgos está, además, nuestro ancestro más ilustre: el
muy visitado Miguelón, tocayo mío, cuyo cráneo salió de las
oquedades de Atapuerca, en cuyas oquedades se documenta la fundación de
la humanidad entera. Y aunque yo sólo la he visitado una vez, debo
reconocer que siento un cariño especial por esa ciudad: en la
universidad conocí a muy buenas personas que procedían de allí, y aún
tengo con su Santísimo Cristo un asunto pendiente del que tal vez hable
algún día.
La batalla de Gamonal, ese frente abierto
entre los vecinos de un barrio condenado al ostracismo y las
autoridades al mando, ha empezado con los grandes acordes de las
revueltas populares, pero tal vez termine con una lánguida cadencia de
balada. Porque puede que de la conclusión de este episodio derive una
explicación que nos permita sistematizar lo que viene siendo la reacción
ciudadana ante el desastre. Lo explicaba muy bien David Torres hace
unos días: España no piensa, explota, y estamos a sólo unos pocos
muertos de la ignición. Está por ver si en el Gamonal las autoridades
son capaces de aplacar a los vecinos y desactivar la amenaza. Y está por
ver que Burgos, tierra conservadora devenida en embrión revolucionario,
no se acabe convirtiendo en la mecha desde la que comience a arder
España".
+@http://ea.com.py/el-fiscal-general-diaz-veron-anuncia-utilizacion-de-drones/
+@http://ea.com.py/el-fiscal-general-diaz-veron-anuncia-utilizacion-de-drones/
DdA, X/2.594
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