Hace unos días se presentó el nuevo partido de centro-derecha (esto es, de derecha y puede que hasta con institinto cerril) en el que el exfuncionario de prisiones Ortega Lara se ha erigido como cabeza dirigente. Ortega Lara debe su nombradía política (ahora) a su atroz cautiverio récord en manos de ETA hace unos cuantos años, lo que no le da, desde luego, ninguna garantía como dirigente, aunque sí puede que como símbolo.
Desde que se presentó el nuevo partido, VOX, tenía el presentimiento de que más pronto que tarde alguno de los políticos más carismáticos del Partido Popular iba a dar la nota de modo explícito, si no apoyando a la nueva formación, sí sugieriendo un cierto respaldo a su línea en relación con la política antiterrorista. Lo acaba de hacer quien tenía más papeletas para ello, la lideresa frustrada Aguirre, que ha contado con la colaboración del diario ABC para exponer en un artículo su devoción por Ortega Lara, al tiempo que refrenda la que siempre le tuvo al presidente de honor de su partido, Aznar.
La presidenta del PP de Madrid censura la política
antiterrorista del Gobierno de Rajoy en el caso concreto del etarra Bolinaga, uno de los carceleros de Ortega Lara, “que
ahora se ha hecho famoso por llevar año y medio en la calle con la
excusa de que el estado de su cáncer era terminal”. Según Aguirre, Ortega Lara, “que había sido secuestrado por ser
funcionario del Estado, sabía que, en el momento en que el Estado cede
ante los terroristas, todos los demás ciudadanos nos quedamos indefensos
(…) Nos dio una lección de civismo y de patriotismo que,
desgraciadamente, parece que no todos recuerdan”.
Escribe Aguirre -muy mal, por cierto- que el terrorismo de ETA sigue existiendo y cuestiona la esperanza de paz para el País Vasco, al tiempo que apoya a ese sector de las víctimas del terrorismo que reclama no
ceder ni un ápice ante la izquierda abertzale y su entorno. Acusa asimismo a Rajoy de “traición” por seguir la política
antiterrorista del anterior Gobierno socialista, aunque haya sido este gobierno el que puso fin a los asesinatos de ETA. Aguirre critica a quienes en su partido “niegan a Ortega Lara la
autoridad para opinar sobre los nacionalismos, o bien le acusan de
haberse ido a la derecha, como si defender la unidad de España no fuera
un deber de todos los españoles, de derechas, de izquierdas y de
centro”.
Para Aguirre, que Ortega Lara haya fundado un partido tras
sus desacuerdos con el PP, junto a otros destacados militantes como
Santiago Abascal, es un duro golpe, porque para el Partido Popular tener en sus filas a
Ortega Lara es un lujo de valor incalculable. "Sin temor a equivocarme
-afirmó- creo que, a su lado, todos los demás podemos llegar a ser
prescindibles”. Estas últimas palabras, que la frustrada lideresa enlaza con la necesidad de recuperar a militantes tan valiosos como el mentado, parecen sugerir nada menos que sin Ortega Lara hasta el PP puede ser prescindible, como lo fue UCD cuando se iniciaron las primeras disidencias. Falta saber lo que piensa Aznar de VOX. ¿Coincide Aznar con la opinión de Aguirre sobre Ortega Lara?
DdA, X/2.560
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