Ana Cuevas
El
apartheid sudafricano o la prohibición del sufragio femenino en
occidente hasta hace escasas décadas, eran cuestiones perfectamente
legales para los gobiernos que las defendían. La injusticia se puede
legislar, es un hecho conocido. Es entonces cuando el individuo libre y
con conciencia se enfrenta a un difícil dilema. Debe escoger entre
acatar aquello que rechaza o practicar la desobediencia civil. Gracias a
ella, y al valor de los que la usaron para rebelarse pacífica pero
tenazmente, se lograron grandes avances en la defensa de los derechos
humanos. Hasta
Mariano Rajoy fue a rendir honores al funeral de Mandela. Un símbolo de
resistencia frente a las abominables, aunque legitimadas, normas de un
gobierno racista.
¿Qué diantres pensaría delante del ataúd del líder negro y respondón? Mandela dijo cosas desconcertantes para él como que a una nación se la debía juzgar según como trate a los ciudadanos que tienen poco o nada.
Eso le suena a chino mandarino al gobierno del Partido Popular. Pero
también dijo que la educación es el arma más poderosa que tienes para
cambiar el mundo. Y eso sí que lo entienden, a su manera, los chiquillos
de Rajoy. Por eso han decidido erradicar el sentido crítico de la
enseñanza sustituyendo la alternativa a religión, Educación para la
Ciudadanía, por un refrito ideológico adocenador y castrante al que
llaman Valores Éticos.
La investigación con células madre, la eutanasia,
la eugenesia o el derecho a la vida (del feto claro porque de los
desfavorecidos ya natos no dice ni mu), son presentados bajo la visión
científica y neutral de Torquemada. En la nueva asignatura se hace
hincapié en ensalzar al ejército y a las autoridades pero sobre todo en
acatar sumisamente las leyes y normas del gobierno. La objeción de
conciencia o la desobediencia civil se contemplan como perversiones o
delitos. ¿Qué diría Mandela? A la tropa Mariana le importa un bledo. De
hecho, no me extrañaría nada que al comprar el libro de Valores éticos,
te regalaran el de Cásate y se sumisa y
la biografía de Aznar para completar la trilogía del lado oscuro.
Porque es ahí, en ese lado oscuro de la ignorancia y la sumisión donde
quieren sumergir a las futuras generaciones de españoles.
El
arma más poderosa, la educación. Sí, Mandela dijo muchas frases
célebres y celebradas hasta por sus detractores. Algunos de los que le
hubieran encarcelado o perseguido en sus estados, se refieren ahora a él
llamándole Madiba, colegueando. Deberían recordar otra cita antes de
ensuciar su memoria con hipócritas halagos: "Todas
las formas legales de oponerse a este principio habían sido bloqueadas
por la ley, y estábamos en una situación en la que o aceptábamos un
estado permanente de inferioridad o desafiábamos al Gobierno. Elegimos
desafiar al Gobierno". Eso suena a desobediencia civil como poco .¿Estudiarán la lucha de Mandela en Valores Éticos? Lo veo negro.
DdA, X/2.589
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