El gobierno del PP no cesa en su empeño de introducirnos en una nave del tiempo rumbo al medioevo. Siglos gloriosos de ignorancia, miseria y temor de un dios colérico en los que estaba chupado explotar y manipular al populacho. Una época en las que las mujeres aún no habían sacado los pies del cesto y aceptaban su papel de úteros prolíficos carentes de libre albedrío.
La ley del aborto está siendo celebrada por esa España que huele a
cerrado y sacristía como un signo de la recuperación de la cultura de la
vida. La del feto. Porque en cuanto sale de las sagradas entrañas de su
madre, les importa un carajo lo que sea de esa vida. Una vez fuera nada
le garantiza el pan, la asistencia sanitaria o una educación gratuita y
de calidad. Si además tiene la desgracia de nacer con malformaciones o
discapacidades importantes, su futuro pinta color hormiga en estos
descarnados tiempos donde se retiran las ayudas a la dependencia.
Luego,
¿qué falacia es esta? Nos quieren vender la moto de adalides de la vida
los mismos a los que no les duelen prendas al desmantelar el estado de
bienestar. El útero sagrado que protegía el equilibrio y
la justicia social. A este lo han profanado sin miramiento alguno. Le
han aplicado un aborto clandestino en una sucia pieza de un hospital
privatizado y, no contentos con eso, pretenden dejarlo estéril para que
no germine nunca la esperanza. Solo son carniceros meapilas que abortan
libertades y derechos con la misma ligereza que imponen a las mujeres
una maternidad no deseada.
Penalizar
el aborto libre es la mayor muestra de represión que ha recibido
nuestra maltrecha sociedad en estos terribles días. Debajo de las
mantillas, los crucifijos y el olor a incienso que desprende este
gobierno, se esconde una verdad oscura. Es la única promesa que pueden
cumplir de su programa. Se lo deben a esa ultracavernaria cantera de
votantes que son anti-abortistas. Así que han vuelto a amarrar nuestros
ovarios con sus misóginos rosarios. ¿Cultura de la vida? Yo la llamaría
de la hipocresía y el cinismo. Y de eso este gobierno, sabe un huevo.
Puntos de Página
+@Una ley machista, cruel e inútil, por Ignacio Escolar
+@Gallardón despidió a su secretaria por quedarse embarazada
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DdA, X/2.576
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