Leo en La Marea, cuyas ediciones digital (diaria) y en papel (mensual) aconsejo por la profesionalidad del equipo periodístico que conforma ese medio (fundado por la cooperativa MásPúblico), que el suelo de la Facultad de Políticas y Sociología del campus de
Somosaguas, en la Universidad Complutense de Madrid, amaneció, el
día previo al aniversario de la Constitución Española de 1978, con
varias siluetas de cadáveres que simbolizan la impunidad de los
asesinatos que se produjeron durante el franquismo y la Transición. No he leído esta información en otros medios.
“La lista de estudiantes asesinados por grupos de extrema derecha o
por las fuerzas del Estado entre 1969 y 1980 asciende a catorce
víctimas”, recuerda la Asociación Universitaria Contrapoder, autora de
la acción reivindicativa, en un comunicado. El colectivo ha dibujado los contornos y ha colocado pancartas por la
facultad para “reivindicar la memoria de las víctimas del franquismo” y
para exponer las razones “por las cuales no debería celebrarse tal
aniversario”.
La asociación señala además que los casos de nueve de los catorce
estudiantes asesinados se encuentran incluidas en la querella argentina
que investiga los crímenes del franquismo y de la Transición. “La
intención de esta acción es protestar contra una celebración inapropiada
e hipócrita de un régimen que, aún después de tantos años, asegura la
impunidad de tales crímenes”, denuncian. De este modo, los estudiantes consideran que la Constitución,
“elogiada” por un Gobierno que ignora las fosas comunes, es “ilegítima” y
reivindican el “derecho de contar la historia de las miles de personas
asesinadas durante la dictadura que lucharon contra el fascismo”.
En la Universidad de La Plata (Argentina), tal como se advierte en la foto que ilustra este post, sí se tiene fehaciente memoria de la víctimas de la dictadura que sufrió aquella República. Según el libro de Mariano Sánchez Soler La transición sangrienta, entre 1975 y 1983 se produjeron 591
muertes en nuestro país por causa de la violencia política (terrorismo de extrema izquierda y
extrema derecha, guerra sucia y represión). Nada menos que 188 de los
asesinados, los menos investigados, entran dentro de lo que el autor
denomina violencia política de origen institucional.
DdA, X/2.561
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