Leo esta mañana navideña de ciclogénesis explosiva, en el magnífico blog de mi colega Harguindey, a modo de postdata al último de sus artículos, que los padres de la patria que conforman el
Senado de esta nación y que con su eficacia y competitividad están enalteciendo como
pocos la Marca España dispondrán (200) de una largas vacaciones navideñas en los próximos 53 días, los que van desde el último pleno del pasado 19 de diciembre hasta el
próximo, a celebrar el 11 de febrero. Tan ocioso calendario puede que se deba a la febril actividad que los señores y señoras senadores desempeñan habitualmente, tal como Jordi Évole dejó en evidencia en uno de sus programas televisivos la temporada pasada. Es verdad que algunos, pocos -señala con ironía Harguindey-, tendrán que
acudir antes a alguna comisión, pero ¿qué quieren que les diga?: ¡siempre
ha habido esquiroles! La ocasión le ha parecido oportuna a este Lazarillo para recordar las retribuciones que con los crecientes impuestos de todos nosotros pagamos mensualmente a sus señorías:
DdA, X/2.578
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