Lazarillo
El Ayuntamiento de Castellón de la Plana convoca cada año unos premios literarios para jóvenes, por franjas de edad que van desde los 14 a los 31 años, que son dignos de celebrar, pues no son muchos los certámenes de este tipo organizados con carácter institucional en España. Los premios tienen una pequeña dotación económica y cumplen también con algo tan fundamental -mucho más si se tiene en cuenta la temprana edad de los participantes- como es publicar aquellos relatos que han obtenido algunos de los premios establecidos. Se hace cada trienio una edición que agrupa textos de varios años. Hasta ahí todo es excelente y no cabría poner ninguna pega al evento si esas ediciones, como la que acaba de llegale a la hija de este Lazarillo, no fueran tan descuidadas como para sorprender por sus fallos. Erratas, saltos de línea, faltas ortográficas y confusión con los nombres conforman una presentación verdaderamente lamentable, que habrá causado más de un enojo entre los autores concernidos. Es el caso de Alicia Población Brel, vencedora de la edición de 2011, que con la mayor de las ilusiones esperaba el momento de leer su relato El rabo de lagartija en el libro aludido. Confiamos en que el Ayuntamiento de Castellón sepa corresponder en próximos años al loable cometido de convocar unos premios así con el segundo y más fehaciente de los empeños, por quedar como testimonio impreso de las convocatorias y valioso recuerdo para los autores premiados: publicar los mejores relatos con un mínimo de corrección y esmero editorial, pues esta tarea culminaría la magnífica atención cultural dispensada por sus organizadores con esta iniciativa. En el caso de Alicia, este es su segundo disgusto/premio, después de haber ganado a los catorce años el primero -en este caso de poesía-, cuya simbólica dotación no le llegó a entregae la empresa convocante por auténtica desfachatez de sus titulares.
DdA, X/2.542
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