Lazarillo
Estamos, casi, en lo que el sabio Rábago refleja una vez más en su viñeta, gracias a la gobernación de unos y otros (PP/PSOE), con un rey hecho todo un caballero mutilado y una familia adjunta tocada por la corrupción, cuando los Elorza y los Jáuregui del partido fundado por Pablo Iglesias (cien años de honradez) van y redescubren el alma republicana en un afán desesperado más por aliviar las taras adquiridas a lo largo de estos últimos decenios y que han dejado a esas falsas siglas sin tres millones de votantes. Sin embargo, tal como refleja el escritor Isaac Rosa en su artículo de hoy, ese espíritu republicano solo ocupa media página de las 386 de que consta la ponencia de don Ramón para la conferencia política del PSOE de este fin de semana, en la que se pretenden enmendar desaguisados de compleja terapia, porque el país es el que refleja El Roto. Pero lo mejor es leer lo que dice Rosa:
"El PSOE sigue teniendo un alma republicana, dijo ayer Ramón Jáuregui, coordinador de la ponencia marco de la conferencia
que los socialistas celebran el fin de semana. Un alma republicana.
Algo es algo, podríamos pensar: actúan como monárquicos pata negra, pero
al menos tienen el alma republicana.
Así que, para medir el tamaño de su alma, acudo a la ponencia
que el propio Jáuregui ha coordinado y que servirá como base para los
debates. Allí encuentro, entre 1.798 artículos, solo dos referidos al
tema, los dos últimos, agrupados bajo el título republicanísimo de “La
Corona”. Entre 386 páginas de ponencia, el alma republicana solo ocupa
medio folio. Bueno, me digo, las esencias se guardan en frascos
pequeños, así que acudo raudo a la última página.
Y
ahí están, negro sobre blanco, las dos propuestas estrella del PSOE para
“conectar” con la ciudadanía en tiempos de declive monárquico. La
primera, pedir la igualdad entre hombre y mujer en la sucesión al trono,
“salvaguardando expresamente los derechos sucesorios del actual
Príncipe de Asturias”, y cambiando la Constitución (han leído bien,
cambio constitucional) para… recoger “también el género femenino en sus
referencias al Rey y al Príncipe”. Es decir, para que la Constitución
diga “rey o reina” y “príncipe o princesa”. La segunda propuesta
consiste en elaborar la Ley Orgánica que regule la abdicación y defina
el estatuto jurídico del príncipe de Asturias. Punto final. That’s all, folks! Ya pueden poner un azulejo conmemorativo de esos de riada, que diga: “Hasta aquí llegó el alma republicana del PSOE en 2013”.
El PSOE tiene alma republicana pero actúa como un partido monárquico
para “no poner el país patas arriba”, aclaró ayer Jáuregui. Junto a la
republicana, en el almario guarda toda una colección de almas como
pañuelos para días de paseo: alma de izquierda, alma federal, alma
laica, alma por la memoria histórica, alma obrera… Por responsabilidad,
para “no poner el país patas arriba”, guarda todas esas almas bajo siete
llaves, que el cuerpo es una cárcel para el alma, ya lo decía el
clásico.
Cuando el PSOE está en la oposición, a veces
relaja la vigilancia y de pronto un alma enseña la patita. Entonces van
y piden sacar a Franco del Valle de los Caídos, derogar los acuerdos
con el Vaticano, aumentar impuestos a las grandes fortunas o abolir la
reforma laboral o la de pensiones (las del PP, no las suyas). Pero en
seguida empuja de vuelta el alma a su celda, y todo vuelve a la
normalidad. Y cuando llegue al Gobierno, ya se sabe: a vender el alma al
diablo.
En realidad, si de almas hablamos, el PSOE
es más bien un alma en pena que llega a la conferencia arrastrando los
pies, hundido en las encuestas, falto de poder territorial y alejado de
su base social.
Dijeron ayer que el lema elegido para
la conferencia, “¡Conectamos!”, no es un eslogan sino “un grito”, y hay
que pronunciarlo así, a voces. Ya tendrán cuidado este fin de semana al
gritar, no sea que el alma se les escape por la boca.
DdA, X/2.530
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