Lazarillo
A este Lazarillo no le apetece nada responder a los muchos amigos de Albert Pla que saltaron a la yugular de mi estimado Félix Población, acusándolo de inquisidor y retrógrado (algo insólito a su edad y currículum), por considerar que el sentimiento de una nacionalidad -la española- es tan digno como el de cualesquiera otra, sea la que sea y sea cual sea el juicio que se tenga sobre la situación política en el país, que esa es otra cosa. Este Lazarillo nunca diría, siendo vasco, que siente asco por serlo, o siendo catalán que también le asquea esta condición. Máxime si lo hace públicamente y va a ejercer su trabajo en Euskadi o Cataluña. Los artistas provocadores revisten muchas veces su carencia de méritos artísticos con estas soflamas. Para confirmarlo, he recurrido a esta entrevista de la Radio Nacional de Catalunya (Catalunya Radio), en la que Pla i Álvarez da una demostración de su ingenio. Eso sí, este Lazarillo, asesorado por la agudeza de su paisana Sofía Castañón, recomendaría al Ayuntamiento de Gijón no suspender la actuación en el Teatro Jovellanos de Albert Pla, no vaya a ser que por incumpliemiento de contrato y dado que el canta-loquesea va a taquilla, los gijoneses tengan que pagar más de lo que iban abonar por sus localidades. Me dicen que en Castrillón, la siguiente localidad asturiana donde iba a actuar Pla i Álvarez, se han vendido hasta la fecha 25 entradas, al precio on line de 10 euros.
+@Si llego a saber que se arma este pollo, no lo digo ni loco, dice Pla i Álvarez.
La necedad vende, Pla, y usted lo sabe.
DdA, X/2.513
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