lunes, 9 de septiembre de 2013

LAGO DE SANABRIA: EL LAGO DEL HONDO AMOR*

Félix Población

Por el lago se va el día 
a respirar en su hondura
los sueños de la verdad.
¡Quién pudiera ser el rayo
de la luz que le procura
el pálpito que le da!
Los amores de tal fondo
han de buscar en la altura
lo que les hace temblar.


*Poema escrito en la terraza del hotel El Balcón del Lago, en la localidad de San Martín de Castañeda, un atardecer de un día de septiembre, después de recordar en los escenarios de la catástrofe la tragedia de Ribadelago, que costó la vida una fría madrugada de invierno a 144 vecinos de esa localidad por el derrumbamiento de la cercana presa de la Vega del Tera. Muchas de esas víctimas quedaron enterradas para siempre en las profundidas del lago. Mientras maduro las reflexiones que me ha deparado la imaginaria recreación de tan escalofriante episodio, vivo en la memoria histórica de la comarca, aconsejo a quienes gusten de la montaña y lean esta nota, si se acercan a San Martín, la visita y el hospedaje en El Balcón del Lago, regentado por la amabílísima Aurora, donde cocina y pernoctación son sumamente gratas y honradas, con unas perspectivas tan magníficas como la que muestra la imagen.

Foto: F.P.
DdA, X/2.478

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La catástrofe se debió a la pésima obra de ingeniería y a los deficientes materiales utilizados para laconstrucción de la presa.No lo olvidemos.

Anónimo dijo...

Si esto hubiera ocurrido en Cataluña o el país vasco la memoria de las víctimas sería permanente. Pero en Zamora no.

Anónimo dijo...

¿Se imaginan la que habrían montado vascos o catalanes con lo que ocurrió en una de las entonces y ahora más olvidadas provincias de España?

Luisa dijo...

Es preciosa la zona, sobre todo en primavera y otoño, pero esa tragedia no se puede eliminar de la mente cuando se contempla el cañón del Tera. Terrible y olvidado.

Miguel T. dijo...

Un abrazo para los familiares o descendientes de las víctimas, y para todos los que recuerdan lo que jamás debe ser olvidado.

Ángel dijo...

Da auténtica pena comprobar el pueblo que el régimen franquista construyó después, Ribadelago nuevo. Parece un pueblo sin alma, como si el alma de Ribadelago hubiese quedado enterrada en las aguas del lago de Sanabria. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hermosa la foto y hermoso el poema.

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