jueves, 22 de agosto de 2013

EL TIATORDOS DE LA ANCIANA DE BELEÑO


Félix Población

Mientras el caminante oteaba las escarpaduras del Tiatordos, al que algún día quisiera subir si es que se lo siguen permitiendo sus fuerzas y arrestos (1950 metros y todo un paraiso de montañas por divisar desde la cima), una anciana vecina de la localidad de San Juan de Beleño, capital del concejo de Ponga, le comentaba la memoria de sus ojos, puestos en la misma dirección de la imagen, ladera verde arriba, cuando ella y su familia ascendían hasta aquellas praderas para realizar las faenas de siega. La mujer era enteca, de voz firme y mente no menos lúcida, fruto con toda seguridad de aquellas esforzadas andaduras, sesenta o setenta años atrás, por la que llaman la montaña perfecta.

Quienes hoy discurrimos por esas trochas para gozar del ocio vacacional y safisfacer nuestras querencias por las cumbres, deberíamos reparar en las vivencias de los más viejos lugareños de esos pueblos, experimentadas cuando los días y las noches estaban irremediablemente vinculados a las duras faenas del campo, y las familias de ese arriscado entorno rural estabas sumidas en una orografía casi infranqueable que hacía sumamente complicado todo tipo de asistencia social. La vecina de Beleño quizá quiso inducir al caminante, con esas remembranza, a que reparase en lo que media entre su lejana mocedad y el placer que al ocioso turista veraniego depara la hermosa perspectiva del Tiatordos en un día azul, con la atmósfera limpia y el aire caldeado.

Hizo bien con su plática, porque una enseñanza de vida y trabajo como la suya nunca sobra, y más en estos tiempos, con esa sombría inclinación retrospectiva de quienes se sirven de su cargo en la presidencia de la organización patronal española para llamar privilegios a los derechos conquistados por los trabajadores, desde más allá de la edad de la vecina de Beleño, y tienen la desfachatez de decir que sobran. 

Foto: del autor.

DdA, X/2.464

1 comentario:

Anleo dijo...

Qué gran montaña la que citas. No la pierdas. Súbela ya.

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