viernes, 5 de julio de 2013

ESTA SOCIEDAD ESTÁ ENFERMA DE NADA

             Antonio Aramayona

Hoy no me he podido quitar de la cabeza a cualquiera de esas familias que apenas tiene posibilidad de dar de comer y vestir a sus hijos e hijas. Hace pocas semanas, escribí en el artículo de opinión semanal en El Periódico de Aragón que en un colegio zaragozano se habían desmayado de hambre dos alumnas. La directora montó en cólera, mandó ese mismo día una Carta al Director y me negó por teléfono taxativamente que en su colegio hubiese ocurrido algo parecido. No me preguntó cuáles eran mis fuentes o quiénes eran esas niñas o esas familias, pues lo que realmente le importaba –me atengo a los hechos- era que en su colegio eso no sucedía. Opté por pasar por periodista perroflauta y todo quedó solucionado/aguado, con gran pena dentro en lo que a mí respecta.
Si alguno de mis hijos no tuviera cena, la robaba en un supermercado o donde fuera. No a escondidas, sino abiertamente. O los metía en el supermercado para que fueran comiendo algo sano y saludable. Pero mis hijos no pasarían hambre, eso lo aseguro.
Esta sociedad está enferma. Enferma de nada. Ve desfilar el perroflauta cada mañana a miles de personas por la calle Alfonso. Con muy escasas excepciones, no se dan cuenta o no quieren enterarse de lo que está pasando, de lo que les está pasando. Es julio. Vacaciones. 2.000 profesor@s quedaron en la calle el lunes pasado en Aragón. La enfermedad de la nada los lleva a las vacaciones. Les han robado, les han timado. No tienen nada, salvo la esperanza de volver a trabajar en septiembre. Pero se declaran de vacaciones. No ocurre nada. No pasa nada. Nada de nada.
Miles no podrán estudiar en la universidad por el recorte de becas. Miles no tienen ya beca de comedor. No se reponen profesores y profesoras: solo se les aumenta el horario y el número de alumnos/aula a los que aún quedan. No pasa nada. La enfermedad de la nada –otra Historia Interminable, de M. Ende- se convierte en estado normal de la gente en esta sociedad.
“Menos paro, más precariedad”, abría ayer El Periódico en grandes titulares. 127.000 desempleados menos en el registro de desempleados, 100.395 desempleados que ya ni se molestan en registrarse en la Oficina de Desempleo. La enfermedad de la nada inunda incluso el futuro inmediato del trabajador precario (más del 90%), que no puede hacer ningún plan ni siquiera a corto plazo. Trabaja unos meses por un salario miserable, después a la calle. Venga, el siguiente a trabajar. Carrusel laboral de mierda, de nada. “La nada nadea” (Das Nichts nichtet), escribió Heidegger. En España nadeamos cada vez más, pero como no pasa nada, entonces no pasa nada, no hay nada que temer.
Amasol, Asociación de madres solas, escribe y anuncia estar también ante el portal de la Consejera la semana que viene. Ellas tienen mucho que exigir y denunciar. Cuando vengan, será un maravilloso algo en medio del océano de esta nada.
Hoy he conversado un buen y fructífero rato con Ángel, maduro luchador crítico de Comisiones.
Hoy también he tenido la inmensa fortuna de saludar a Carmen, conserje en el IES Pablo Gargallo, donde coincidimos hace ya muchos años. Deseo que los planes de su sobrina, que la acompañaba, se cumplan como habrá planeado.
Marga ha sido una máquina repartiendo octavillas en el último cuarto de hora en la calle Alfonso.
Los huelguistas de hambre de Stop Desahucios y otr@s compañer@s de la asociación y ADICAE estaban a pie de Bankia reclamando dación en pago y vivienda social para Miguel. Me he sentido feliz cuando, a instancia mía, han gritado durante un ratillo “Menos maderos y más lapiceros”.
Éramos una veintena de manifestantes y desde allí podíamos ver cinco policías en la puerta de Bankia, más dos furgonetas de policía a unos metros de distancia. Pues eso, menos maderos y más lapiceros.
Hasta mañana.
Que pase algo.
Que nunca más pase nada.

Puntos de Página

Se hace público un preocupante estado de salud mental  
en la Federación de Asociaciones Provida de España

Alicia Latorre, presidenta nacional de la Federación de Asociaciones Provida de España y de Adevida Cuenca comentó ayer sobre una iniciativa que las asociaciones Provida de España e incluso otras a nivel mundial como la de México quieren presentar en breve: presionar a la Iglesia Católica porque reconozcan que la masturbación no es simplemente un pecado de lujuria, sino una forma de aborto: “si se acepta que los anticonceptivos son pro-abortivos debido a que representan una barrera física o química para que una vida humana llegue a su concepción, entonces debemos de aceptar que las masturbación es claramente una forma de aborto también”, dijo, “una vez que la Iglesia nos apoye, será más fácil hacer presión para que los Estados reconozcan como crimen la masturbación, porque eso es: un crimen” recalcó.
Cuando se le cuestionó cómo podía decirse que era un aborto sobre algo que aún no era humano dijo: “nosotros aceptamos que una mórula o blástula son humanas, porque tienen alma, por lo tanto de alguna manera los espermas tienen esa alma en potencia, así que quien se masturba debería ser considerado un genocida potencial”.
Latorre aclaró que independientemente del “grano fino” de la discusión “la masturbación es criminal porque inicia al sujeto en un espiral de perdición: sabemos que de la masturbación es fácil pasar a la soledad compulsiva, a la actividad criminal, a las violaciones, a la corrupción, a la drogadicción y finalmente al ateísmo”, finalmente dijo que si su propuesta tiene éxito “la masturbación será tipificada como asesinato doloso potencial, el crimen atroz que representa esa abominación a los ojos de Dios. De la misma manera la polución nocturna debería considerarse un asesinato culposo potencial”.


 DdA, X/2.427

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