jueves, 4 de julio de 2013

DE SALIDAS DE ARMARIOS Y MASTURBACIONES DE EMBRIONES

Antonio Aramayona

Érase una vez Exodus International, la mayor organización cristiana dedicada a la cura de la homosexualidad a través de la fe, que dejó de ver fantasmas saliendo del armario, se dio cuenta del daño que había estado haciendo durante treinta años a otros seres humanos de distinta inclinación sexual, y pidió perdón por todos los sufrimientos innecesarios.  Puede leerse la disculpa en http://exodusinternational.org/apology.
Alan Chambers, Presidente de Exodus International, cuya sede principal está en Florida,   dijo hace unos días: “Lo sentimos; cerramos Exodus” y se quedó tan pancho. En realidad, un pequeño paso para los fieles de Exodus, pero un gran paso para la humanidad, Rouco Varela incluido. Está por ver aún si otros fieles cristianos se pondrán a rezar como locos por la salvación del alma de Alan y sus fieles, caídos en el execrable pecado de no condenar la sodomía en nombre del único dios verdadero. Alan Chambers se declaró “parte del sistema de ignorancia que perpetúa ese daño”, pidió perdón "por el dolor y el daño que muchos de ustedes han experimentado”, por haber sumido a otros seres humanos en “la vergüenza y la culpa”, y por haber dado a entender que el rechazo religioso por parte de los adeptos a una iglesia equivale al “rechazo de dios”.
Una buena noticia, sin duda, para la convivencia en el respeto de las vidas, los derechos y las libertades de todos y cada uno de los seres humanos. Sin embargo, la intolerancia intransigente de las religiones con los gais, lesbianas y lo diferente en general continuará: cuántas veces esa intransigencia es un puro síntoma de la autorrepresión que deriva en heterorrepresión. Qué hacinamiento tan mayúsculo en algunos armarios aún cerrados y repletos de sotanas. Cuánta ignorancia de lo que realmente es la sexualidad en el despliegue de las capacidades humanas, en la maravilla de la vida.
Sin salirnos de la intransigencia religiosa y de los Estados Unidos de América, simultáneamente al arrepentimiento público de Exodus International por su empecinamiento en curar la homosexualidad como si se tratase de un pecado y una enfermedad, el congresista republicano por Texas, Michael Burgess, se oponía a la legalización del aborto en cualesquiera circunstancias mediante el peregrino argumento de que los fetos masculinos (una vez más, las mujeres quedan ninguneadas hasta para poder masturbarse en el líquido amniótico) cuando tienen 15 semanas de gestación. ¿Explicaría esto, según Burgess, también las patadas que las mamás sienten especialmente fuertes en su vientre durante la gestación del bebé? (es broma...) A todo esto, Burgess es doctor en medicina, especialista en ginecología y tocología.
¿No está claro el hilo conductor del argumento de Burgess? Si a las 20 semanas un feto es capaz de tocarse la cara y “si son varones” ponerse la mano entre las piernas y sentir placer, también es capaz de sentir dolor. Por consiguiente, el aborto ha de ser prohibido. Lo que quizá se le haya escapado a Burguess es que por esa misma e incluso con más razón debería ser prohibido matar animales de cualquier edad, hacer chuletas con ellos, montar rodeos, asar mazorcas o marcar a fuego a las reses, porque –se lo puedo asegurar- eso debe de doler un montón.

Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace..


Puntos de Página

LOS MARICONES DEL CARDENAL LÓPEZ RODRÍGUEZ
En esa ocasión, el Cardenal se refirió textualmente a los “maricones”, una palabra que suele tener una carga peyorativa, desdeñosa, despreciativa, hiriente,  burlona, usada por los promotores del odio y la discriminación, para agredir a quienes tienen preferencias sexuales diferentes, o presuntamente diferentes, a las de ellos.+@Sara Pérez, Acento

DdA, X/2.426

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