"Cuando bombardeaban, primero sonaban las sirenas para que la gente se refugiara, pero aquel día no lo hicieron. Mi padre, Baltasar Ortiz, trabajaba en el Mercado y nos tenía dicho a uno de mis hermanos, de diez años, y a mí que cuando las escucháramos saliéramos del colegio que estaba cerca y fuéramos allí para escondernos con él en los bajos. Al percatarse de que atacaban, la profesora nos dejó salir en su busca. Veíamos los aviones y los fogonazos y a mi padre en la plaza con la mano en alto que nos llamaba para que acudiésemos. De repente, vi un avión caer y me refugié. Pero no cayó. Al llegar a la altura de los edificios, levantó el vuelo y fue cuando soltó la bomba que le cayó encima a mi padre. Una mujer cobijó a mi hermano en una pensión y salió ileso. Yo perdí el conocimiento con la explosión y quedé debajo de una puerta. Cuando recobre la conciencia, vi que tenía grandes heridas y se me salían las tripas" (Juan Ortiz, superviviente)
Eran las 11:15 horas del miércoles 25 de mayo de 1938. La ciudad de Alicante, fiel a la República hasta el final de la guerra, llevaba meses resistiendo en condiciones muy difíciles. Era la hora de mayor afluencia en el Mercado Central. Acababa de llegar una remesa especial de sardinas, alimento básico y accesible por el precio para los tiempos de hambre y la población alicantina había acudido masivamente al mercado en busca de algo que comer.
Eran las 11:15 horas del día 25 de mayo de 1938
cuando dos escuadrillas de aviones Savoia SM-79 “Sparviero” del bando rebelde,
con tripulación italiana, al mando de los capitanes De Prato y
Zigiotti procedentes de Mallorca, lanzaron sobre la población de Alicante,
con cuatro minutos de intervalo, alrededor de 90 bombas, continuando con la
campaña de terror ordenada por las autoridades franquistas, con el único
objetivo de dañar a la población civil.
Fue uno de los ataques aéreos más sangrientos e
indiscriminados de la Guerra Española. La alarma antiaérea no funcionó, y
nadie pudo acudir a los 38.000 refugios antiaéreos que habían en la ciudad. Las
bombas de amplia capacidad de destrucción estallaron en el Mercado y su plaza y
en otros puntos de la ciudad. Las cifras de muertos son indeterminadas, aunque
se calcula que hubo más de trescientos muertos. En el registro del cementerio
municipal figuran 275 víctimas, (100 hombres, 56 mujeres, más de 10 niños y más
de 100 personas no identificadas). Además se estima que el número de heridos
alcanzó las mil personas.
Entre los documentos conservados en el Archivo
Municipal de Alicante se encuentra uno realizado por las autoridades franquistas
bajo el título "Relación numérica de los muertos habidos a consecuencia de los
bombardeos aéreos que sufrió la ciudad" en el que se da la cifra de 393 muertos
tras el Bombardeo del 25 de mayo. En la placa colocada por el Ayuntamiento en la
Plaza del 25 de mayo se habla de 311 muertos.
La comisión británica que investigó el bombardeo
dictaminó que había sido un ataque deliberado contra la población civil. Las
víctimas, en su mayoría, fueron enterradas en fosas comunes del cuadro nº 12 del
Cementerio Municipal de Alicante y permanecieron sin lápida ni recordatorio
alguno hasta el año 1995.
Cuando un corresponsal del Times preguntó a Franco sobre este suceso, su respuesta fue
la siguiente:
"El bombardeo de las poblaciones civiles por nuestros aviones (lo afirmo rotundamente) no existe. Se bombardean tan sólo objetivos de carácter militar. Es cierto que se producen bajas entre la población civil. Y son muy de lamentar. Pero el Gobierno rojo, lejos de evitarlas, las sitúa cerca de los objetivos militares. Después de todo, el ejército rojo necesita y desea esas víctimas para su propaganda"
75 años después de aquella masacre, y gracias al
trabajo de la Comisión Cívica de Alicante por la Recuperación de la Memoria
Histórica y a las aportaciones populares, se inaugurará en la Plaza del Mercado
el día 25 a las 11:00 horas el monumento "Todos los días a las doce" a las
víctimas del bombardeo fascista. Trescientas luces se iluminarán cada día a las doce de la mañana en recuerdo de las trescientas víctimas.
Puntos de Página
Homenaje a mujeres represaliadas ante la tumba de Queipo de Llano
Ayer viernes era el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el
Desarme. Una treintena de mujeres rindieron homenaje a las represaliadas
durante el alzamiento golpista contra la II República, la guerra civil y
la dictadura de Franco. La acción, promovida por algunos colectivos
feministas de Sevilla, quiso recordar especialmente a aquellas que
sufrieron la represión en Andalucía de la mano del teniente general
Gonzalo Queipo de Llano, que en sus discursos desde Radio Sevilla llegó a
animar y justificar la violación de las mujeres del bando republicano.+@El Diario
+@Reproducción del discurso de Queipo de Llano animando y justificando la violación de mujeres.
+@Reproducción del discurso de Queipo de Llano animando y justificando la violación de mujeres.
DdA, IX/2395
1 comentario:
Y los del PP sin condenar el régimen de "placidez" (Mayor Oreja dixit)y negándose a que el 18 de julio se repudie tan nefasto "alzamiento". Por qué será? nos gobiernan los nietos de aquellos, !qué tragedia para este sufrido pueblo.!!!
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