Lazarillo
Se llama Beatriz, tiene 22 años y quiere vivir. Con estas palabras de la protagonista comienza el vídeo difundido por Aministía Internacional en el que la joven ciudadana salvadoreña suplica al presidente de su país,
Eduardo Funez, y a la Sala Constitucional de la Corte Suprema que
permitan la interrupción del embarazo que pone en peligro su vida. El Tribunal sin embargo, ha denegado su solicitud
amparándose en la Constitución, que prohibe el aborto y penaliza con
extrema dureza a las mujeres y a los médicos que lo practican. Beatriz
padece Lupus, una enfermedad renal grave, complicada con el embarazo,
que le podría causar la muerte, según los médicos que la atienden.
Además, se trata de un feto anacefálico –carece de parte del cerebro-
que no vivirá en caso de que nazca. No debería decir algo el papa Francisco, que vive en Roma. ¿Cómo se puede decir que se defiende la vida cuando quien la da puede morir y quien la recibe no vivirá?
DdA, X/2.400
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