domingo, 7 de abril de 2013

LABORATORIOS DE BRASIL, CHINA Y RUSIA ESTUDIAN EL CÁNCER DE CHÁVEZ


Lazarillo

La conocida periodista Eva Golinger (Nueva York, 1973) ha publicado un extenso artículo en el que, aparte de hacer una minuciosa introducción acerca de las adversidades provocadas que hubo de soportar el presidente Hugo Chávez en los primeros años de su gobierno, con repetidos intentos de sabotaje y desestabilización que incluyeron un golpe de Estado en 2002, recuerda las fundados indicios de magnicidio que contra el líder de la revolución bolivariana se proyectaron a lo largo de su liderazgo. Golinger hace un balance también, en esa primera parte del artículo, de la comprobada animadversión que Chávez inspiraba a Washington (hasta el punto de ser calificado como terrorista) y trae a colación un documento del Centro de Estudios Estratégicos del Ejército de Estados Unidos fechado en 2005, escrito por el coronel Max Manwaring. Se titula El socialismo bolivariano de la Venezuela de Hugo Chávez y la guerra asimétrica, y en el mismo se consideraba al presidente venezolano como un “inteligente competidor” contra quien se tenía que combatir de forma “asimétrica”. Esto es, que la reglas tradicionales de guerra no eran las adecuadas para ser aplicadas contra él. Cita asimismo Golinger el artículo publicado hace unas fechas por el diario Últimas Noticias, en el que Eleazar Díaz Rangel asegura que muestras de la biopsia de Hugo Chávez fueron enviadas con nombre supuesto (EEUU) a laboratorios especializados de Brasil, China y Rusia. Según los primeros análisis, se trataría de celulas únicas, de un cáncer extremadamente agresivo y aparentemente desconocido. Apunta Golinger que la naturaleza agresiva y desconocida de la enfermedad del presidente Chávez, además de la inexistencia de una herencia de cáncer en su familia, apuntan claramente a la posibilidad real de que el líder de la Revolución Bolivariana haya sido asesinado. La periodista norteamericana continúa su exposición dando una referencia de documentos del Ejército de Estados Unidos, desclasificados parcialmente, en los que se habla de "municiones para atacar a los individuos" usando agentes radiactivos para los que no hay curas ni terapia:

"Documentos parcialmente desclasificados del Ejército de Estados Unidos del año 1948 evidencian como exploraron “la posibilidad de utilizar venenos radioactivos para asesinar a ‘personas importantes’, como líderes militares o civiles”. Así lo reseño el periodista Robert Burns de la Associated Press el martes 9 de octubre del 2007, luego de analizar los documentos obtenidos por la agencia norteamericana. “Aprobados por los niveles más altos del Ejército estadounidense en 1948, el esfuerzo formó parte de la búsqueda secreta de los militares para un ‘nuevo concepto de guerra’ usando materiales radiactivos de la bomba atómica para contaminar franjas de tierra enemiga o para utilizar contra bases militares, fábricas o tropas enemigas”. “Entre los documentos entregados a la AP -una nota del Ejército de fecha 16 de diciembre 1948, y clasificada secreto - se describe un programa intensivo para desarrollar una variedad de usos militares de los materiales radiactivos... La cuarta prioridad del ranking fue ‘municiones para atacar a los individuos’ usando agentes radiactivos para los que ‘no hay curas ni terapia.’”

También el escritor e investigador Percy Alvarado ha revelado como el cáncer como arma continuaba siendo un área importante de estudio y desarrollo para el gobierno estadounidense a través del Departamento de Investigaciones del Cáncer en las instalaciones del Fuerte Detrick en Frederick, Maryland. El Fuerte Detrick es conocido por ser el centro de la guerra biológica del Pentágono, donde han desarrollado diferentes enfermedades letales, e incluso actualmente esta siendo investigado por la muerte de más de 600 personas que viven en las zonas residenciales cercanas a las instalaciones militares. Estas personas, entre muchas más, han muertas todas del cáncer, y sospechan que desde el Fuerte han botado sus tóxicos en el agua que luego es suministrado a las zonas residenciales. Los exámenes del agua en las zonas alrededor del Fuerte Detrick han evidenciado un alto nivel de tóxicos que causan cáncer, incluso más de 3000 veces de lo que debería ser para ser potable.

En su texto “Cáncer inducido, ¿un arma de la CIA” del 29 de diciembre del 2011, Alvarado destaca como desde el 1975 en las instalaciones especiales en Fuerte Detrick, “[l]as investigaciones ultra secretas están encaminadas a desarrollar un programa especial de virus del cáncer, sumamente agresivo y letal... La insistencia de estos laboratorios de lograr los mecanismos para elaborar artificialmente células malignas o cancerígenas, sumamente invasivas y capaces de propagarse en el organismo desarrollando una metástasis incontenible, se ha mantenido a lo largo de más de cuatro décadas”.

Un artículo en la revista electrónica Slate Magazine sobre la posibilidad de inducir cáncer, afirma que “aunque es difícil inducir cáncer en un enemigo, ciertamente es muy posible aumentar sus posibilidades de desarrollar la enfermedad. La opción más efectiva sería la radiación”. Desde luego, hablan de la posibilidad de implantar un mecanismo que emite radiación dentro del cuerpo del adversario. En lo alternativo, dice Slate, “podrías contaminar la dieta de la víctima con altos niveles de aflatoxinas, asociadas con cáncer del hígado. O podrías infectarlo con cualquier cantidad de agentes biológicos que causan cáncer”.

El investigador y periodista Jeremy Bigwood, explicó que “Hay muchos agentes que causan cáncer que fueron convertidos en armas en Estados Unidos en Fuerte Detrick, el Arsenal de Edgewood y otras bases militares y centros del Departamento de Energía. Por ejemplo, micotoxinas (de hongos tóxicos) fueron convertidas en armas. Las micotoxinas T2 pueden producir necrosis en el tejido que penetran y convertirse en cáncer cuando no son inmediatamente letales”.

La tecnología de inducir cáncer como un arma existe. La decisión de “acabar” con el Presidente Hugo Chávez fue tomada cuando desde Estados Unidos crearon la misión especial de inteligencia para Venezuela en 2006. Desde luego, han buscado la forma de lograrlo. Por supuesto que existe la posibilidad de que el cáncer que acabó con la vida del Presidente Chávez haya sido causado por factores naturales, sin inoculación, sin provocación y sin inducción. Pero difícil es negar la abrumadora evidencia que indica todo lo contrario. Ojalá las investigaciones científicas serias y exactas logren poner fin a este misterio".

DdA, IX/2352

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