jueves, 11 de abril de 2013

EL TORTUOSO CAMINO DE LA MEMORIA DE ARTURO TORRES BARRANCO


 María Torres

He leído el expediente judicial del abuelo. Tengo en mi poder el expediente carcelario, el militar, su partida de nacimiento y defunción, así como diversa documentación, pero sigo buscando.

Me falta información. He intentado conseguir los censos electorales de 1931 y 1936, el censo de población de 1935, el registro de quintos de Torrubia del Campo de 1916, datos y/o informes de la constitución de Izquierda Republicana en Torrubia del Campo en abril de 1936, documentación judicial relativa al registro de penados, licenciamiento de presos y visitas en las cárceles, documentación del Patronato de Nuestra Señora de la Merced, Actas de la Comisión Provincial de Clasificación y Excarcelamiento de Presos de Cuenca, afiliación sindical de Torrubia del Campo, y por último la documentación generada cuando el abuelo se presentaba cada quince días en el ayuntamiento de su pueblo para que le recordaran que seguía siendo preso y vencido.

Paralelamente estoy intentando localizar testimonios de presos en relación con su paso por la Prisión Provincial de Cuenca y la Prisión del Monasterio de Uclés. Entre otros me he puesto en contacto con la Asociación de expresos del franquismo a los que visitaré en breve, habiendo recibido por parte del secretario de la Junta Directiva, Andoni Ros, una cálida respuesta.

He llamado a muchas puertas y no siempre había alguien al otro lado.  Es triste comprobar que organizaciones, sindicatos o partidos políticos que deberían mantener viva la memoria republicana y recordar a sus militantes históricos, dan la callada por respuesta, como es el caso de Izquierda Republicana, la Asociación Manuel Azaña, Ciudadanos por la República de Cuenca y la CNT, que después del envío de varios correos siguen sin responder. Algo que cuesta mucho comprender y más con lo que estamos viviendo últimamente en este Estado.

Algo parecido ocurre con la Subdelegación del Gobierno de Cuenca,  Diputación de Cuenca y Archivo General del Ministerio de Justicia, que cuentan con archivos históricos pero parece ser nadie que responde a las peticiones de información.

Debo señalar que por parte de Instituciones Penitenciarias recibí un trato absolutamente correcto y colaborador,  pero se les habrá agotado la paciencia, pues desde hace más de tres semanas espero respuesta a mi solicitud de aclaración de algunos puntos que no entiendo del expediente penitenciario del abuelo.

El Archivo Histórico Provincial de Cuenca merece un capítulo especial. Debe ser de los pocos archivos que cuenta con fondos virtuales denominados "No tenemos nada". Preguntes por lo que preguntes la respuesta siempre es la misma. Ante mi insistencia lo único que recibí de peso por parte de la directora fue un trato inquisidor y completamente inadecuado a mi demanda de información. A lo largo de la investigación he contactado con numerosos archivos históricos y el trato siempre fue colaborador e impecable.

En cuanto al Archivo Municipal de Torrubia del Campo, se me comunicó por parte de la secretaria del ayuntamiento que aparte de las actas de los plenos, no conservan nada anterior al año 1960. No consta el traslado del archivo ni la destrucción del mismo. Triste, pero algo bastante habitual en muchos pueblos. Me ofreció  la posibilidad de comprobarlo por mi misma y acceder al archivo de actas municipales, algo que haré en unas semanas.

Uno de los últimos Archivos con los que he contactado ha sido con el del Ministerio del Interior. El trato y la implicación del mismo en la persona de una de sus funcionarias, Andrea,  ha sido más que satisfactorio. Se encuentran en la actualidad realizando un rastreo por distintas instituciones para ver que consiguen averiguar sobre el abuelo.

No quiero finalizar sin manifestar mi agradecimiento a todos los que se han implicado en mi búsqueda. A mi tío Gonzalo, que me ha hecho llegar la documentación con que contaba, entre ella copia del DNI del abuelo expedido en 1971 y un documento que para mí es una absoluta joya: las cuentas manuscritas del año 1936 que el abuelo, en calidad de recaudador de impuestos municipales, presentó a la última corporación republicana de Torrubia del Campo.

Quiero resaltar la valiosa colaboración de Fernando Partida Iniesta, nieto de Andrés Iniesta (“El niño de la prisión”), que ayer dejó en mis manos un maletín repleto de documentos e información sobre su abuelo en la espera de que encuentre datos que aporten luz a mi búsqueda, no solo a la de la historia que voy trascribiendo en este blog, sino a la paralela que acaba de nacer sobre las cárceles de Cuenca y Uclés. Gracias a Fernando, a su hermana, y a Paloma, por confiarme todo este material.

Y gracias a Gabi, siempre, sin cuya ayuda quizás no sería capaz de enfrentarme al tortuoso camino de la Memoria.

Foto: Arturo Torres Barranco, abuelo de la autora del artículo, fundador de Izquierda Republicana en la localidad conquense de Torrubia del Campo. Encarcelado en 1939.

DdA, IX/2356

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