jueves, 7 de marzo de 2013

NERUDA, BOLÍVAR, MADRID, CHÁVEZ

Lazarillo

Comunicación pública emitida ayer por la Casa de las Américas tras conocerse el fallecimiento en Caracas del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que movilizó de modo inolvidable y posiblemente irrepetible a cientos de miles de ciudadanos en aquella capital durante el traslado del cortejo fúnebre: “En su ‘Canto a Bolívar’, Pablo Neruda le hizo decir al libertador que despertaba cada cien años, cuando despierta el pueblo. Con el gran compañero Chávez, Bolívar volvió a despertar. La acción de ambos no está sólo en el pasado, sino en el presente creador y en el porvenir, en el mundo mejor que es posible y necesario. Chávez pervivirá en ese mundo, el cual conservará con orgullo el nombre de quien luchó sin cansancio, hasta su último aliento, por traerlo a la vida.”El poema de Pablo Neruda estuvo ayer en la voz conmovida de las calles de Caracas, surcadas por una auténtica y multitudinaria marea roja de sentimiento condolido por la muerte del presidente venezolano. La historia de España no es ajena a la inspiración que movió al poeta chileno a escribir estos versos, que también se pueden escuchar aquí, y que ayer habrá recordado sin duda esa ciudadana chilena residente en Caracas, para quien la intensidad de sus lágrimas por Chávez era la misma que la sentida hace cuarenta años por la muerte de Salvador Allende, aunque las circunstancias sean distintas:

PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.

Tu pequeño cadáver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.

De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja será la rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.

Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que tú no conociste entonces
viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya:
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.

Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz está el hijo del hombre.

Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada mira.
Tus ojos que vigilan más allá de los mares,
más allá de los pueblos oprimidos y heridos,
más allá de las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.

Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".

AMÉRICA LATINA UNIDA/ CALLE13/ORQUESTA SINFÓNICA SIMÓN BOLÍVAR


DdA, IX/2325

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