María Torres
La
II República española fue de las mujeres, a las que se les dio
reconocimiento como personas. Se reconoció el principio de igualdad de
derechos entre hombre y mujeres. Se aprobó el sufragio femenino, se
implantó el matrimonio civil y se aprobó el divorcio, se sancionó la
igualdad en el acceso a los puestos oficiales, y el analfabetismo
femenino descendió al 37 %.
Quedaba mucho por hacer y los logros fueron efímeros. El 1 de abril de 1939 se evaporó todo lo conseguido, y habría que esperar más de 40 años para recuperar el punto de partida que había significado la conquista del voto en 1931.
La República fue de las mujeres, y tal vez por ello la defendieron como bandera de su propia dignidad personal. Muchas se dejaron la vida en el intento.
Por aquellas mujeres, que plantaron la semilla de lo que somos hoy, por nosotras y por las que vendrán.
Quedaba mucho por hacer y los logros fueron efímeros. El 1 de abril de 1939 se evaporó todo lo conseguido, y habría que esperar más de 40 años para recuperar el punto de partida que había significado la conquista del voto en 1931.
La República fue de las mujeres, y tal vez por ello la defendieron como bandera de su propia dignidad personal. Muchas se dejaron la vida en el intento.
Por aquellas mujeres, que plantaron la semilla de lo que somos hoy, por nosotras y por las que vendrán.
PUNTOS DE PÁGINA
El siglo de las mujeres
Como hace 30 años, la izquierda anticapitalista se manifiesta en sus
escritos a favor de todos los marginados y desposeídos, denuncia las
explotaciones y reclama la atención sobre los problemas de los
discapacitados, los homosexuales, los gitanos, los emigrantes, la
depredación del medio ambiente y los derechos de los animales, excepto
los de las mujeres. Y lo que resulta más desmoralizador: las mujeres que
siguen esos movimientos no han dicho una palabra sobre tal conducta de
sus dirigentes que, como es tradición desde hace varios siglos, son
todos hombres.
En este comienzo del año 2013, me veo obligada a repetir las
denuncias y protestas que desde hace treinta constituyen el programa del
Partido Feminista. No querría ver cambiar el dígito del año sin que la
agitación social y las nuevas iniciativas del MF hubiesen logrado
algunos de los avances imprescindibles para poder considerar también el
siglo XXI el siglo de las mujeres.+@Lidia Falcón, Público.es
El falso feminismo
El feminismo oficial, subvencionado por el Poder constituido, lejos de haber ayudado con sus aportaciones "ingeniosas" (Leyes de Igualdad, de Violencia de género, etc...) no solo está resultando absolutamente estéril, sino contraproducente. Feminicida. En el periodo que va desde que entró en vigor la "Ley de Violencia de Género" en 2006 hasta el 2011, se han duplicado las muertes violentas de mujeres por tal causa, además de haber contribuido esta Ley a la indefensión del hombre que, con la simple denuncia de la mujer, puede ser encausado y hasta encarcelado. Nuestra sociedad, inspirada en la primacía de los valores del macho (agresividad, competitividad, etc...), más que alimentar la lucha de sexos desde un feminismo inconsciente, debiera aspirar a recuperar en su seno los valores, los que son no masculinos ni femeninos, sino los auténticamente humanos. Mirar al hombre y a la mujer no como seres cualitativamente distintos, sino como seres complementarios.+@Gerardo Hernández
+@Carta abierta a la ministra Ana Mato, Nuria Varela, La Marea
El falso feminismo
El feminismo oficial, subvencionado por el Poder constituido, lejos de haber ayudado con sus aportaciones "ingeniosas" (Leyes de Igualdad, de Violencia de género, etc...) no solo está resultando absolutamente estéril, sino contraproducente. Feminicida. En el periodo que va desde que entró en vigor la "Ley de Violencia de Género" en 2006 hasta el 2011, se han duplicado las muertes violentas de mujeres por tal causa, además de haber contribuido esta Ley a la indefensión del hombre que, con la simple denuncia de la mujer, puede ser encausado y hasta encarcelado. Nuestra sociedad, inspirada en la primacía de los valores del macho (agresividad, competitividad, etc...), más que alimentar la lucha de sexos desde un feminismo inconsciente, debiera aspirar a recuperar en su seno los valores, los que son no masculinos ni femeninos, sino los auténticamente humanos. Mirar al hombre y a la mujer no como seres cualitativamente distintos, sino como seres complementarios.+@Gerardo Hernández
+@Carta abierta a la ministra Ana Mato, Nuria Varela, La Marea
DdA, IX/2326
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